Entre Panes

Entre Panes

Entre panes puede ocurrir un sinfín de cosas. Tal vez sea la sencillez o la practicidad a la hora de comer, tal vez sea que entre dos paredes de masa horneada se puede contener toda una historia. Así como en la literatura el cuento es una historia condensada y contundente, la comida entre panes es una historia en sí misma narrada en un momento breve.

Sándwiches, hamburguesas, bollos, bagels… las formas de contar esta historia son infinitas. Entre panes también se vive la creatividad de quienes aman preparar la comida, y por eso mismo, te presentamos algunas de las propuestas más interesantes, sorprendentes, pero sobre todo, deliciosas. Y por supuesto, nuestras favoritas.

En el mundo entero vincularán al bagel con las comunidades judías de Polonia, o posteriormente con Nueva York, pero en Puebla los bagels son cholultecas. O al menos desde hace casi dos décadas que nació Karma Bagels. Durante este tiempo han desarrollado auténticos clásicos y han presentado nuevas propuestas. En la primera categoría se encuentra La Pakita, que entre dos bagels de queso parmesano recién horneados (Karma cuenta con su propia panadería) guarda queso crema con hierbas finas (como todos los bagels que aquí encontrarás), pechuga de pollo adobado, queso gratinado, germen de alfalfa, aguacate y lechuga con aderezo ranch


Si algo ha demostrado la historia de la gastronomía es que el ser humano ha sido capaz de meter entre panes lo que sea. Y mejor aún, sabe bien. Café & Tocino, legendarios defensores de la comfort food y temerarios de los carbohidratos y las calorías metieron en un sándwich uno de los mejores platillos de su nueva carta: el Mac & Cheese. Dos pisos llenos –a reventar, pues– de macarrones con queso y pulled pork.


Líneas arriba decíamos que a lo largo de la historia hemos sido capaces de poner entre panes absolutamente cualquier platillo que exista. Si hay un país que sea experto en eso, ese es México. La torta de chilaquiles es por supuesto un clásico del ingenio (y el placer por comer) de nuestro país, pero en Rufina lo llevan simplemente a otro nivel. En esta extensión de tu casa en La Noria encontrarás esta delicia originaria de la CDMX: la torta Chilanga, una torta de chilaquiles de salsa verde, roja o habanero; además, por si fuera poco, le puedes agregar extras como costillita deshebrada, pollo, huevo, cecina y hasta cochinita pibil.


¿Dieta? Esa palabra no existe en La Costillita de Adán, un lugar en donde la abundancia es tan importante como el sabor. Hamburguesas, tacos, malteadas, costras, y podríamos seguir, pero en esta ocasión te recomendamos su Rib Burger, una hamburguesa que si te lo propones, puede ser individual: 130g de carne de rib eye, 75g de costillitas ahumadas con salsa BBQ, lechuga, jitomate, cebolla; todo en medio de pan artesanal y acompañada por papas.

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Augurio | Chancla

La chancla es uno de los platillos más tradicionales de la gastronomía mexicana que, se nos olvida, es otra gran versión de comida entre panes. Dentro del constante homenaje a la comida poblana, a la de zaguán que es Augurio, uno de sus platos insignia es precisamente éste. Pan de chancla rellena de aguacate y ahogada en adobo de chile guajillo, molida de cerdo, chorizo y longaniza.


Si el perro es el mejor amigo del hombre, el de tu antojo, posiblemente, sea Wild Dog. Aquí son unos verdaderos amantes de los animales, específicamente de los perros, tanto así que todo su concepto gira en torno a ellos. No es de extrañar que su Chihuahueño (sí, justo como aquel perrito) sea uno de los favoritos de la casa: este hot dog (inevitable hacer esta lista sin un hot dog) se constituye de salchicha asada, arrachera a la parrilla en cuadritos, mayonesa de chipotle, queso pepperjack y guacamole.


A pesar de que la combinación del pan y el queso data desde los romanos, es curioso cómo a lo largo de la historia ha dado para un sinfín de platillos. El Grilled Cheese Sandwich es posiblemente uno de los mayores emblemas tanto de esta mezcla como de la cultura estadounidense. Original de Chicago, este clásico llegó de forma relativamente reciente a Intro, como parte de la constante exploración de platillos de distintas partes del mundo que aquí hacen. Ahora bien, el que este clásico parezca cosa sencilla no lo hace simple: entre dos paredes de pan se mezclan queso Monterrey, cheddar y provolone ahumado ¿El toque extra? Una sopa de tomate que funciona como contrapunto. Ideal para comenzar el día.


Pas-tra-mi. Tres exquisitas sílabas que en Santo Chancho aprovecharon de la mejor manera. Sus hamburguesas son ya clásicas, sobre todo por ese delicioso bollo que ellos mismos hacen y en el que ponen este manjar judeo-romano que se toma su tiempo (requiere días de curación en salmuera, ahumado y secado), mayonesa Dijon, queso manchego, BBQ y pepinillos. Nosotros no estamos salivando, tú estás salivando.

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