Cuaresma para unxs, estilo de vida para otros. La verdad es que los frutos del mar son tan diversos y ricos que no es nada difícil dejar las carnes rojas cuando lo dictan las tradiciones. Además con la llegada de la primavera y el calorcito los mariscos más que un antojo, o una norma, se convierten en una necesidad; a esto súmale las opciones que ofrece Puebla y comprenderás por qué para nosotrxs la cuaresma es sinónimo de festín. 

La 6 norte tiene de todo: molotes, ramen, coctelerí­a, pizza y un portal a la playa; este último facilitado por la deliciosa cocina de Atracadero. La sazón de este tesoro cholulteca es el antídoto perfecto para revivir muertos y apapachar como en casa a los marineros de este pueblo mágico. Aquí todos tus antojos tienen una representación con frutos del mar, desde sus taquitos de pescado y camarón, algunos cubiertos de takis, capeados o envueltos en tocino; hasta sus ceviches, sus tortas y su fresca y abundante torre de mariscos.

El único ring en el que es un placer ser noqueadx es de El Luchador Pesquero. Cada bocado de su menú sabe a una fiesta en la playa.El menú es el resultado de mucha creatividad y absolutamente nada de miedo al éxito, prueba de ello son sus Esquites con pulpo salteado, tostitos con aguachile picoso, tacos de costra de queso rellena de guiso de camarón, la Cevichela —una obra de arte que mezcla pero no revuelve un clamato y un ceviche.

Pasando por la 3 oriente rumbo al Zócalo de San Andrés te recomendamos ampliamente detenerte en Moby Dick la barra marisquera de la cuál seguro escucharás salir varias risas. Aquí la plática nunca termina y el sabor y creatividad de sus platillos es proporcional al de su ambiente. Nosotrxs te recomendamos iniciar con su leche de tigre, probar su aguachile negro y bajo ningún motivo te pierdas de sus tostadas de chicharrón de pulpo y de peto. 

Ahora bien, si lo que buscas es comida del mar en su forma más tradicional la respuesta siempre es Silver Mariscos. Aquí tu experiencia entre cazuelas de arroz está respaldada por casi 4 décadas de agasajar a los paladares poblanos. Su menú es el resultado una fusión entre las recetas de su fundador Silverio Coria y Esperanza Ríos, la actual dueña y una vez que te encuentres frente a él te recomendamos echarle un ojo a su Arroz Silver, un arroz frito con camarones y mejillones sazonado con ajo y chile piquín, o su tradicional Jaiba desnuda, cuya ingesta implica todo un ritual.

Marejada es de esos lugares en los que a pesar de que todo cambie, la calidad siempre lo hace sentir familiar. En este rincón experimental las sorpresas solo pueden ser gratificantes con un menú que fluye como las olas del mar de acuerdo a la temporada y la inspiración de Giovanni Orozco, el chef y mente maestra detrás de este proyecto. La garantía es que al probar sus platillos —que parecen obras de arte— se desbloquearán nuevas necesidades para tu paladar.

En poco tiempo el Güero Marinero se ha ganado el paladar de los poblanos mostrándoles con su sazón y autenticidad que en el Centro la vida es más sabrosa. Platillos sencillos que comprenden que la calidad y el amor por el buen comer son los ingrediente más importantes. Aquí encontrarás desde una clásica Leche de Tigre con pescado fresco del día y plátanos fritos, hasta unas irresistible tostadas de atún y para algo más llenador te recomendaos sus Costras de camarón que son una locura.