SOPHIE

La muerte de un icono

SOPHIE

¿Qué es un icono hoy en día? ¿Qué se requiere para trascender en esta época? La respuesta a estas dos preguntas, en una realidad tan hiperbolizada y con tanto culto a una imagen virtual como la que vivimos, es truculenta, por decir lo menos.

No necesariamente la voz más amplificada es la que define a la cultura y el cambio no viene por donde tal vez lo pensábamos. O quizás sí, sólo es cuestión de formas y perspectivas. Y es que una de las mayores figuras de la cultura, el pop y la música de nuestra época, un icono de esos que creíamos ya no podía haber, ha muerto, Y tal vez no todo el mundo esté al tanto de ello.

El pasado 30 de enero, falleció a los 34 años en un accidente en Grecia la artista y productora escocesa SOPHIE. Una de las figuras que moldeó el pop de esta década y seguramente, de años por venir dejó un legado gigantesco que, algo tan repentino, hizo que la cultura de repente volteara a ver. De repente SOPHIE ya no estaba ahí y en un instante perdimos a quien tal vez sin estar tan conscientes de ello, definió mucho del espíritu de nuestra época.

Pero ¿Qué era lo que la hacía tan revolucionaria?

SOPHIE apareció en el panorama musical a principios de la década pasada. Tras musicalizar en 2011 el cortometraje Dear Mr/Mrs, en 2013 presentó su primer sencillo: “Nothing More To Say”, un tema con toques house y cercano al dance de finales de los 90, pero también, con un elemento desconcertante que hacía de esa producción algo ya diferente dentro del mismo género.

Aquel mismo año, aquella figura entonces anónima llamada SOPHIE colgó en Soundcloud el tema “BIPP” y entonces todo mundo volteó a ver. Sí, aquello era pop. Y sí, también era música electrónica. Pero era algo más para lo que la prensa de la época ni siquiera tenía palabras. Términos como K-Pop, J-Pop y dance se mezclaban para tratar de definir a esta pieza de pop hiperbólico que llevaba al extremo todas las capacidades del género: desde sonora hasta líricamente. “Puedo hacerte sentir, si me lo permites”, dice primero la voz distorsionada de Marcella Dvsi (con quien SOPHIE había estado brevemente en una banda) para después agregar “Puedo hacerte sentir mejor, si me lo permites / si así lo quieres”. 

Más allá del sonido había algo que hacía único a  “Bipp” y eso era la idiosincracia de quien la había creado, su obsesión por el sonido como creación. “El lenguaje de la música electrónica debería dejar de hacer referencia a instrumentos obsoletos”, declaró en una entrevista concedida a la revista Elektronauts y agregaba “son ondas sonoras moldeadas en formas y materiales, para luego ser secuenciadas. Justo como una máquina de esculturas. No una computadora pretendiendo ser una banda de los 70”.

Las portadas de los sencillos de esta época hacían referencia justo a esta idea: esculturas tridimensionales rotundas, formas imposibles, brillantes y llenas de color.

Era inevitable entonces que SOPHIE acabase en PC Music, la disquera y colectivo de arte que trataba a sus artistas y su promoción más como un performance que como una campaña y entregándose por completo a temas como el consumismo, la publicidad y la hiperrealidad. Su fundador, el productor AG Cook, acabaría por convertirse en uno de los principales aliados musicales de SOPHIE. Una alianza que, además, SOPHIE siempre dijo que era resultado del sentido de comunidad del colectivo LGBT+

En 2014 se dio una de las primeras creaciones de ambos: QT, una cantante pop virtual que promocionaba una bebida energética del mismo nombre a través del tema “Hey QT”, hecho como product placement puro. Hayden Dunham prestaría su voz para el tema, pero sonaría irreconocible tras la distorsión a la que SOPHIE y Cook la sometieron.

En agosto de ese mismo año, SOPHIE presentaría la aún más extrema “Lemonade”, que para 2015 acabaría apareciendo en un anuncio de McDonald’s. La aparición del tema coincidiría con el éxito rotundo de la primera gira estadounidense de los integrantes de PC Music.

Para ese entonces, los principales medios musicales como Pitchfork o Resident Advisor se habían rendido por completo al encanto plastificado de PC Music y particularmente a SOPHIE, quien había logrado hacer que la electrónica, una vez más, viera hacia el futuro.

En 2015, SOPHIE presentó PRODUCT, un EP que recopilaba los sencillos que había presentado hasta entonces y que reunía 4 temas nuevos. Éste, se vendería en una caja plástica rosada y acompañado de un dildo negro, o como SOPHIE misma lo describiría, “un producto de silicón de platino, inodoro e insípido seguro para la piel”. De nuevo, formas y materiales para hacer sentir, para llegar a todos los sentidos.

A partir de este año, el nombre de SOPHIE empezó a vincularse con el de otros músicos como Charli XCX, Diplo, Yelle, Le1f, Cashmere Cat, MØ, Let’s Eat Grandma e incluso, Madonna.

De estas colaboraciones probablemente las más destacables sean Vroom Vroom, el EP que marcaría el inicio de su fructífera relación musical con Charli XCX (y que básicamente reinventó su sonido tras el fiasco de su segundo álbum) y su trabajo con Vince Staples en 2017, llevando su revolución pop y electrónica al hip hop.

Teníamos, pues, en 2017 una figura anónima, queer, trabajando con algunos de los nombres más pesados de la industria y generando productos culturales que apelaban, a través del estruendo y el color, a sentir.

Por eso mismo, era desconcertante el anonimato en el que SOPHIE lograba mantenerse. En sus presentaciones en vivo o las pocas entrevistas presenciales que otorgaba, se ocultaba lo más que pudiera; en una era como la nuestra resultaba casi imposible encontrar una fotografía de la persona detrás de aquel nombre y nada de lo que producía llevaba su voz o imagen. Hubo incluso medios que cuestionaron por qué un hombre se apropiaba de una identidad femenina, tanto en el nombre como con las voces que usaba.

Todo cambiaría en 2017 con la publicación de “It’s OK To Cry”, el primer material propio de SOPHIE en dos años y no sólo eso, el primero en el que usaba su propia voz y en el que no sólo aparecía frente a una cámara, sino que lo hacía desnuda. Con el video, SOPHIE anunciaba el estreno de su álbum debut Oil Of Every Pearl’s Un-Insides y, más importante aún, asumía y presentaba al mundo su verdadera identidad como una mujer trans.

Lo que muchos medios habían creído era un truco publicitario como los cascos de Daft Punk o la cabeza de DeadMau5, resultó algo mucho más profundo y verdadero: tras haberse catapultado dentro del mundo del pop, era hasta este instante que SOPHIE se sentía cómoda de presentarse a sí misma. 

De esto reflexionaba en “Faceshopping”, uno de los temas incluidos en el álbum y sobre el que SOPHIE declararía: “Es sobre intentar averiguar dónde reside tu yo genuino. Es una especie de captura de cómo me sentía dentro de mi cuerpo en un momento particular, con todas las presiones que tiene todo el mundo, simplemente existiendo o desarrollando una especie de personaje público. Es un debate que tiene lugar en mi cabeza, con las mismas preguntas todo el rato, que consideras y sigues considerando”.

Oil Of Every Pearl’s Un-Insides acabaría siendo nominado en la edición de 2019 de los Premios Grammy como Mejor Disco de Electrónica y SOPHIE haciendo historia al convertirse en una de las primeras mujeres trans nominadas en la categoría, y la tercera mujer trans en ser nominada en general para estos premios.

Para cuando su álbum debut había sido publicado, SOPHIE declaraba ya tener listos “al menos otros 4 discos”. El espíritu colaborativo que la caracterizó siguió evolucionando, trabajando con otros artistas, ya fueran consolidados como Charli XCX, Kim Petras o Lady Gaga o jóvenes promesas como Shygirl o la rapera trans Quay Dash.

En 2020. SOPHIE decidió cambiar su residencia de Los Ángeles a Grecia, buscando un espacio más tranquilo. Es ahí donde, viendo la luna llena del pasado 30 de enero, fallecería en un accidente al caer desde un tercer piso.

Es claro que la influencia de SOPHIE en el mundo de la música –pero también en la cultura pop en general– fue enorme. Basta ver la reacción que su repentina muerte generó en la cultura. Pero más allá de los cientos de mensajes o artículos que hayan sido publicados, está el hecho de que el pop de hoy no sólo suena a lo que ella creó, sino que se siente como tal: un experiencia hiperquinética que, como bien decía en “Bipp”, busca hacernos sentir.

En medio de la estridencia, de lo rotundo, encontrar el sonido, encontrar la forma, encontrar al cuerpo, encontrarse a sí mismo ¿Se puede tener mayor legado en un mundo tan inmaterial como éste?

¿Quieres conocer más de SOPHIE? Preparamos una playlist con la que puedes adentrarte en su mundo inmaterial.

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