27 años siendo tradicionalmente contemporáneos

La Noria: El tiempo es cíclico y circular

27 años siendo tradicionalmente contemporáneos

¿Qué son 27 años? Para muchos una vida, para otros, casi 30 años en los que sin duda se pueden hacer (y en este caso particular se han hecho) muchas cosas; pero para Puebla en específico, es el tiempo necesario para tener a uno de sus mejores restaurantes: La Noria.

Un 11 de junio de 1993 abría sus puertas este proyecto planeado con bastantes años de anticipación (ya en 1989 habían iniciado las obras de restauración en la Ex Hacienda que les dió el nombre). Y es que si algo los reconoció desde un principio fue la suma de voluntades que buscaban crear algo diferente para Puebla, un lugar que consintiera a los sentidos y sobre todo, un lugar en el que el tiempo fuera relativo.

El espacio en el que se construyó La Noria corresponde a los terrenos de la que fuera la Ex-Hacienda San Miguel La Noria, original del siglo XVI. Lo que pudo haber sido un proyecto que apostara por olvidar el pasado, resultó en la reapropiación del mismo: los establos y patios devinieron en el restaurante, las trojes en el vestíbulo. Así pues, como ellos mismos dicen y en honor a su nombre, “el tiempo es cíclico y circular”.

Por lo mismo, no sólo el espacio físico sino también su carta se sirve de este principio: platillos de lo mejor y más representativo de la gastronomía poblana hechos con ingredientes de la región, que parten de las recetas clásicas, pero con un toque muy propio. El resultado es un sabor que no encontrarás en ningún otro espacio de la ciudad (si acaso, en su restaurante hermano: Restauro), gracias al trabajo del chef Fernando Barrales, quien se ha encargado de ser parte del diseño de esta experiencia desde sus inicios.

Y es que en Puebla existen muchos lugares para comer un buen mole o un buen pipián, pero ninguno como La Noria. Ya ni hablamos de otros clásicos como sus chalupas, sus huazontles, sus enchiladas o en estas próximas fechas, su legendario Chile en Nogada.

Si bien este 11 de junio es muy diferente a los 26 pasados, La Noria sigue girando, avanzando y cambiando junto con la ciudad que la cobija. En medio de una crisis sanitaria este clásico poblano ha ideado una serie de acciones para seguir consintiendo a sus comensales hasta su hogar. Desde menús semanales y parrilladas para llevar los fines de semana, hasta capacitaciones y preparaciones para recibirte de manera segura cuando reabran sus puertas.

Es por eso que, después de muchos años, mantenemos que La Noria es mucho más que un restaurante: es una experiencia, una que incluso ha podido salir de sus propios muros para llegar a los hogares de Puebla. Y no lo decimos a la ligera: aquí el tiempo se detiene y todos tus sentidos disfrutan a través del arte, la arquitectura, la naturaleza y por supuesto, la gastronomía.

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