La cultura del placer 5

Ensalada de Farro en Vaivén

La cultura del placer 5

Siempre me ha causado mucha gracia el meme aquel de “cuando tu ensalada te cuenta un chiste”, y aunque sea absurda la cantidad de fotos de stock de gente riéndose frente a este platillo, lo cierto es que no hay cosa más decepcionante que una ensalada aburrida.

De todos los platillos que se suelen encontrar en un menú, los cortes, las pastas, vamos, hasta las sopas, parecieran llevarse más crédito en cuanto a complejidad y elaboración. Las ensaladas suelen ser relegadas al nivel de lo simple, de lo fácil, en muchos casos incluso, de lo insulso.

Pero por el contrario, considero que no hay cosa más compleja que encontrar una ensalada interesante, una que vaya más allá de la estructura básica que nos han hecho creer que debe llevar una ensalada. Y la Ensalada de Farro en Vaivén fue justo uno de esos casos.

Todo en Vaivén es emocionante.

Este espacio nuevo, ubicado al lado de la Avenida Juárez, está en una calle que desde hace años ha sido la constante promesa de un circuito gastronómico que simplemente no termina de cerrarse, así que la llegada de un integrante nuevo le devuelve vida a esa promesa. Por otro lado, al frente de Vaivén se encuentra la chef Amaranta, un joven talento con bastante experiencia, hecha a la medida de esta época: con una propuesta fresca, preocupada por el medio ambiente y un modelo de restaurante que además de recibir lo mejor de la tradición gastronómica, se arriesga con cosas que muchos otros espacios deberían tener (como un huerto propio). El diseño de Vaivén es un verdadero placer visual. Y finalmente esta su menú, lleno de platillos que simplemente no se encontrarán en ningún otro restaurante de Puebla.

De todo lo que pude probar en mi primera visita, en esta ocasión me iré con la Ensalada de Farro. No sólo me hizo descubrir un ingrediente que desconocía (seguro muchos de ustedes lo conocen, pero no hay nada de vergüenza en admitir lo que no se sabe), como es el farro.

Si ya de por sí este grano proveniente de distintas especies de trigo era algo fascinante en sí mismo, la forma en la que Amaranta lo combina con otros ingredientes da como resultado una ensalada memorable. La arúgula sirve como el acompañante para formar la base, pero luego vienen punteos que tanto el betabel, la zanahoria y el tomate cherry dan. Sin embargo (y como si el ingrediente central no fuese suficiente), esta ensalada tiene tres armas secretas: unos pepinillos encurtidos que hacen una diferencia absoluta, un toque de queso doble crema y la estocada final: un puré de chícharo que redondea al plato (literal y figurativamente).

Aquí hay, pues, una opción muy, muy sana para iniciar el año, pero también, una emocionante. A veces hay algo mucho más complejo en aquello que creíamos simple.

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