El auge y caída de las urbes

Dos perspectivas de las ciudades en el Museo Amparo

El auge y caída de las urbes
Las ciudades pueden ser un sueño o una pesadilla, depende de cómo se les mire.

 

Y justo ahora el Museo Amparo ofrece un diálogo de estas ideas a través de dos exposiciones: La Metrópolis en América Latina 1830-1930 y Obra inconclusa del colectivo Tercerunquinto.

 

 

La primera nos muestra cómo en nuestro continente hubo una época muy específica en la que la idea de ciudad era sinónimo de utopía. Un siglo de ensueño en el que el crecimiento urbano acelerado, los cambios y revoluciones tanto sociales como culturales, marcaron un punto de quiebre y de partida.

En La Metrópolis en América Latina 1830-1930 el espectador conocerá el sueño de la gran ciudad, la nueva ciudad, a través de fotografías, grabados, mapas, planos, dibujos y filmes en los que se puede apreciar la transformación de seis capitales: Buenos Aires, La Habana, Lima, Ciudad de México, Río de Janeiro y Santiago de Chile.

 

El rompimiento con el pasado colonial, el diálogo con Europa y el resto del mundo, así como la reapropiación de las culturas prehispánicas, crearon un lenguaje único para estas ciudades, uno que las hizo pasar de  ser centros coloniales a auténticas metrópolis. La república y la modernidad. Un conjunto de fotografías, grabados, planos y mapas retratan el impacto urbano de los cambios sociológicos clave de la época, incluyendo el surgimiento de las élites burguesas, los proyectos de infraestructura de gran extensión y la rápida industrialización y comercialización.

En el otro extremo se encuentra Obra inconclusa, un repaso del trabajo generado durante las últimas dos décadas por el colectivo conformado por Gabriel Cázares, Rolando Flores y hasta 2014, Julio Castro. La curaduría propuesta por Cuauhtémoc Medina y Taiyana Pimentel deja algo muy claro: las urbes son entropía pura. Fallan, se estropean, se descomponen. Ya sea por el tiempo, por la naturaleza, por el olvido o por las instituciones mismas que ayudaron a crear edificios y construcciones.

¿Qué fue de aquellas ideas del “progreso” y el “desarrollo” que tanto impulsaron a nuestra sociedad durante el siglo XX? La respuesta no es la más optimista, pero sí una que dejará en claro que aquella utopía que se proponía en siglos pasados, adquirió un sabor agridulce. Porque no todo es de un solo color. A través de intervenciones desconcertantes, el colectivo busca reivindicar aquellas viejas ideas que yacen en las “ruinas modernas”.

Dos exposiciones que dialogan sobre nuestro hábitat desde perspectivas completamente opuestas, pero no por ello menos fascinantes.

Recomendamos aproveches este fin de semana para visitarlas, ya que son los últimos días de Obra Inconclusa.
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