Los mexicanos comemos a todas horas. Desde que sale el sol hasta que se mete, siempre, y no lo decimos a la ligera, hay algún lugar —llámese restaurante, fonda, puesto o delivery— que tendrá las puertas abiertas para aliviar nuestra hambre.

En estas fechas, entre el home office, las vacaciones de verano y el verano en sí, que cada vez se siente más cerca, los desayunos se comienzan a transformar en brunches, en meriendas perdidas entre la mañana y la tarde que para nosotros, para las personas detrás de Guía oca —y tal vez para tí— son un verdadero gozo. ¿Quieres conocer nuestras recomendaciones? Aquí te las compartimos. 

Hay mañanas en las que a veces uno quiere visitar lugares que se sientan como un apapacho para el corazón, y para esas ocasiones, Tertulia es la opción ideal. Este pequeño y cálido establecimiento escondido en las calles de Cholula te recibe con corazones colgando de un árbol (es así de idílico como suena); dentro, las luces y los espacios abiertos hacen que la atmósfera sea realmente acogedora.

Si lo tuyo son los desayunos tradicionales, te recomiendo probar su gran variedad de chilaquiles con cochinita, tasajo, barbacoa o cecina, así como la especialidad de la casa: los Chilaquiles Tertulia con una salsa especial de chile morita que seguro te encantará. Si de plano traes mucha hambre, un Itacate con zopilotes, tlayoyos, enchiladas y tasajo saciará todos tus antojos, así como sus alternativas vegetarianas para que no te quedes con las ganas.

Primero que nada, quiero aclarar que el desayuno es mi comida favorita, por lo que al recomendar un lugar para empezar el día con mucho sabor, me lo tomo muy enserio. Algo que me encanta de Antes Meridiano, es que es uno de esos lugares en donde se te antoja to-do. Desde el Croissant con compota, pasando por la Chapata de chilaquiles, hasta el Toast de queso de cabra. Este último, con su pan integral de masa madre, queso de cabra, tomates deshidratados, compota de cherries y albahaca, aguacate y huevo pochado, se está convirtiendo en uno de mis favoritos. Y sí, los platillos no solo suenan muy bien, también saben delicioso.

Comenzar tu mañana en Pasticel es garantía de que tendrás un buen día. Por eso, si quieres aligerar la carga de la semana y hundir tus penas en una excelente taza de café este es el lugar que estabas buscando. Una pequeña cafetería en Camino Real a Cholula que ha sido a lo largo de los años pionera en el café de especialidad. 

Si de platillos se trata te recomiendo su tacuche de huevo, un omelette de hoja santa con tortillas hechas a mano, un platillo mexicano pero con la receta de la casa. Si eres de buen diente también puedes ordenar sus imperdibles picadas de hongos con setas y portobello salteados con ajo y eneldo, salsas, queso añejo y puré de frijol. Y si te quedaste con antojo de algo dulce pide sus conchitas de nata para rematar. Pasticel para mí, es el arte del buen comer.

Tradicional no es sinónimo de aburrido y Milli es el ejemplo perfecto. Ya lo he escrito cientos de veces, de verdad creo que este es uno de los proyectos gastronómicos más interesantes de Cholula y también, una maravilla para el paladar. Su cocina de maíces es tradicional, sí; pero tiene una sazón especial que los hace únicos.

Cuando los visiten (de verdad, vale mucho la pena), les recomiendo pedir el Michtlasoli, un omelette de maíz y quelites con salsa de charales acompañado con frijoles, ensalada y arroz (muy vasto además). Y, si te quieres permitir un bocado antes de que llegue el plato fuerte, una tostada de requesón, con epazote, brotes de flor de calabaza y chapulines. Por si fuera poco, que para nada lo es, además este lugar tiene precios muy accesibles.

Tras meses de encierro, nada nos devuelve a la vida, nada grita fin de semana, nada nos hace sentir que al día aún le queda mucho como una buena mimosa en una terraza. Curiosamente, esta tradición del brunch no está presente en tantos lugares del Centro Histórico como a mí me gustaría, pero sí en Restauro.

Los brunchs de este espacio ayudan a todo lo que mencioné en la primera línea de este texto: en el callejón de Los Sapos y con el mercado de antigüedades, su terraza es perfecta para iniciar un fin de semana en el Centro Histórico; con una buena mimosa y sus chilaquiles en chile pasilla con cecina, obtienes una absoluta delicia. Y esa es tan sólo una de muchas opciones. Mi recomendación es que vayas con amigos, empiecen aquí y después recorran el corazón de la ciudad.