¡Bendito sea el Santo Chancho!, unos verdaderos maestros de la barbacoa contemporánea instalados en Cholula y, desde hace algunos meses, en La Paz. Y si no los conoces, te los presentamos. Todo inició hace algunos años cuando Renata y Alejandro, amantes del buen comer y fanáticos del ahumado, visitaron Nueva York; cansados de las típicas costillas BBQ clásicas decidieron aventurarse y hallar el mejor lugar para comer costillas en aquella ciudad; “encontré un lugar medio locochón y ahí nos enamoramos de la experiencia de la carne y la barbacoa. Cuando regresamos del viaje, empezamos a investigar y encontramos una nueva pasión por comer y cocinar”, una pasión que los llevaría a abrir Santo Chancho. 

“Soy ahumador de profesión, antes era constructor y administrador, pero terminé en el negocio de la carne. El tema de la comida siempre me apasionó, cocinar para la familia, para mí, y me pasó con Renata, ya que a ambos nos gustaba cocinar y nos complementamos”, tanto así que acabarían siendo socios. 

Sin presiones ni carreras, Alejandro y Renata comenzaron a cocinar a fuego lento su restaurante, su menú y su concepto. “Renata contrató una chef que nos asesoró. Fueron casi dos meses para planeación y otros dos de apertura y muchas gracias, intentado sacarle todo el jugo, nos ayudó con el recetario, entre las dos armamos la carta mientras le explicaba el concepto.”

“Nos dimos cuenta de que hay dos perfiles de cliente, los que les gusta más el estilo gringo y a los que les gusta más los mexicano, y por eso la carta está planeada como tal, porque tenemos una hamburguesa y luego una cemita, luego tacos y luego Mac & Cheese, y así pudimos tener algo para todos.”

Con 2 lugares abiertos, entre hamburguesas, briskets y costillas, es más que obvio que el éxito de Santo Chancho es, además de su sazón, por la pasión de parte de quienes lo hacen. “Entendemos los procesos de las cosas y de ahí viene nuestra pasión, por eso se llama Santo Chancho, porque hay que saber de dónde viene la carne, los ingredientes, y hay muchas formas de cocción para la carne, y entendimos que la leña era lo más básico y lo que le dio un sabor único a nuestra carne.”

 “El primero [Santo Chancho Cholula] era casi un hobby, sólo abríamos en fin de semana y sin querer fue creciendo, sin esperar nada, pero hecho con pasión; eso ayudó a que fluyera todo. Y ahora se ha convertido en una prioridad”. En Puebla, y suponemos que en todo el mundo, hay 2 tipos de lugares: aquellos en donde sólo te alimentas y otros, los que nos encantan, donde vas a comer bien. Santo Chancho, como era de esperar, entra en los segundos, aquellos que inyectan toda su pasión y amor a sus platos.

“Nosotros hacemos todo: buscamos la madera, la lámina y nos gusta meternos hasta la cocina. Nosotros diseñamos hasta el interior, rescatando objetos. Buscamos hacer todo único”.

No hay mejor ejemplo de la calidad y el cariño que se han ganado que la apertura de su segunda sucursal. “Creemos que existe un tiempo de vida en los restaurantes y nosotros estamos en una etapa llena de energía; Santo Chancho de Cholula maduró, tiene orden, estructura, una clientela satisfecha, y si eso no hubiera pasado no nos hubiéramos animado a abrir otra sucursal”. 

En Santo Chancho de La Paz encontrarás, además de todas las exquisiteces del menú de Cholula, una barra de coctelería (con unas mezcalinas imperdibles) y un menú nocturno, un poco más ligero, para acompañar los cocteles, todo para que disfrutes, aún más, tu experiencia aquí.

Cuando les preguntamos: ¿qué quieren que la gente que come aquí se lleve del lugar?, la respuesta fue fácil: “Una sonrisa, porque cuando comen rico y se la pasan bien, se ve en su cara, que se vayan felices, y para eso hacemos esto. La gente nos da su tiempo, confían en nosotros y queremos que se la pasen chido”. concluyó Alejandro.