Aquel maldito tren que tal vez no era naranja

Aquel maldito tren que tal vez no era naranja

Orange Blossom Special” una canción originalmente escrita por Ervin T. Rouse y versionada y hecha famosa en 1965 por Johnny Cash, es un lugar recurrente y bien colorido en cuanto a cromatismo se refiere. Este tema, dedicado a un tren del mismo nombre que estuvo activo entre los años 20 y los 50, funciona como un pretexto para hablar sobre las posibilidades del viaje y las aventuras que esto puede contener: la modernidad en su máximo esplendor y la ligereza de la vida a través de las interminables vías que cruzan Estados Unidos de Norteamérica.

El tema se agrega a una larga lista de arte dedicada a la grandiosidad de un medio de transporte que parece ya de una época lejana, sin embargo presente aún. El mero ejercicio de pensar en un tren es tan fructífero que podría incluso convertirse en un juego de memoria, desde su adaptación –también naranja– en la cotidianidad del metro de la Ciudad de México y las miles de narrativas que le acompañan, hasta la obsesión del cine que desde sus inicios ha dedicado miles de kilos de celulosa a plasmar sus numerosas intenciones alrededor de ese colosal pedazo de metal que funciona desde lo alegórico hasta lo literal.

La primera referencia y lugar común es por supuesto La llegada del tren de los Lumière, sin embargo hay otra serie de conexiones que pueden ser más sutiles, como la novela de Irvine Welsh, Trainspotting también adaptada al cine; o un poco más divertidas y menos conocidas, como aquella joya de 1978 llamada Quel maledetto treno blindatto conocida también como The Inglorious Bastards, de donde Tarantino tomaría prestado el título para su película de 2009. Un filme dirigido por Enzo G. Castellari, hijo de Marino Girolami y prolífico autor de cine de explotación italiano y westerns. De hecho, si han visto la película de Tarantino y su más reciente filme Once Upon a Time In Hollywood, se habrán dado cuenta de las referencias a ambos nombres, y en general a muchas cosas relacionadas.

Aquel maldito tren blindado, como se le conoció también en español, cuenta la historia de un grupo de soldados estadounidenses variopintos que gozan de personalidades extremas y en su mayoría muy divertidas, quienes durante el trayecto a ser fusilados durante la ocupación alemana en Francia en la Segunda Guerra Mundial, son salvados por azares del destino y posteriormente se unen a la resistencia francesa. En medio de esa descripción tan superficial, pasan muchas cosas que sitúan la película en una especie de comedia de explotación y guerra que justamente la dota de una personalidad sui generis que le ha servido para añadir hordas de fanáticos, muy justificadamente, y que con los años ha crecido para situarla en un estatus de culto. La película no sólo es sumamente entretenida, sino que además tiene características que no se veían regularmente en este tipo de cine, especialmente en cuanto a la producción que es en extremo cuidadosa y detallada y aunque hay elementos como el doblaje de las voces de los actores estadounidenses al italiano, eso suma un encanto que se ha perdido con los productos audiovisuales contemporáneos.

Dentro de muchos de los temas que cruzan la película, hay por supuesto una disertación sobre el racismo, el cual se manifiesta incluso dentro del grupo de los Bastardos, quienes cuentan con un soldado negro llamado Fred, interpretado por el fabuloso Fred Williamson, a quien muchos pueden conocer por su aparición en MASH (1970) o por su papel como Frost en From Dusk Till Dawn (1996) de Robert Rodriguez. Fred en algún punto es cuestionado e insultado por uno de los miembros de su propio grupo, demostrando sutilmente el racismo inherente del pensamiento norteamericano y jugando con esta idea constantemente durante el resto de la película, lo cual como en las buenas películas de género es la tangente que cruza la explosiones y aventuras narradas, el pretexto de todo el filme es justificado por una mirada analítica que el director deja ver sobre las diferentes formas de pensar y percibir quién es el enemigo y por qué. ¿Qué es lo que nos hace tan diferentes como especie para matar al otro? ¿Cuál es la función de la guerra y el valor de la vida?

El objetivo de los Bastardos, al final de la película es destruir aquel maldito tren blindado que contiene una poderosísima arma que los alemanes están dispuestos a utilizar en cualquier momento y toda la epopeya que cruzan los soldados para evitarlo es digna de ser vista en múltiples ocasiones, para también reconsiderar las miradas de un director italiano, haciendo una película de guerra en Francia con soldados/actores estadounidenses que tienen como enemigos a los alemanes nazis más estereotípicos posibles y demostrar que definitivamente el mundo cambia y tal vez no tanto para mal. ¿Lo mejor? esta película la pueden encontrar en YouTube y verla completamente gratis en el canal de Film & Clips.

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