Agavesos, besos con sabor a México

La planta de las maravillas.

Agavesos, besos con sabor a México

Agavesos es un mezcal que no muestra en su etiqueta el nombre de un maestro mezcalero sino el de una familia. Detrás de esta modificación hay más de una historia entrelazada: la del mezcal, la de las mujeres que lo preparan y la de Edna Viveros, la creadora de este proyecto. Dar con el origen de este proceso no es fácil, porque como sucede con las iniciativas cuya intención ha sido reescribir las tradiciones o mirarlas desde otra perspectiva, se despliegan más de un posibles comienzo.

Antes de charlar con Edna, imaginaba que las anécdotas en que dio sus primeros sorbos de mezcal serían el punto inicial para hablar sobre su amor por esta bebida. Pero todo empezó cuando de niña pasaba las vacaciones en Oaxaca visitando a una rama de su familia materna que hacía su propio mezcal. “Para mí ir al palenque con los tíos era la felicidad: era correr en el campo, subirse al horno y comer agave cocido.”  Calificar como indirecto este  primer contacto sería ignorar la mirada que prácticamente es motor de este proyecto, una mirada que comprende el efecto comunitario y familiar que envuelve a este destilado. “El mezcal artesanal se prepara a nivel familiar, por lo regular los palenques son colectivos y se arman en función de relaciones familiares, interactúan cinco, seis o siete familias y todas están relacionadas entre ellas”.

Mientras estudiaba la universidad en Puebla, Edna traía mezcal de Oaxaca y lo vendía a sus amigos. Pero tras la mudanza de su familia a Estados Unidos la tradición de estos viajes se perdió y fue entonces cuando buscó la forma de abrazarse a eso que la había hecho tan feliz. Se dispuso a conocer el mezcal poblano, degustando, sí, pero también hablando con quienes lo producían; fue así como adquirió una visión más compleja de la dinámica que ella misma pudo experimentar en su niñez. Empezó a notar también el papel no reconocido que las mujeres desempeñan en su preparación y se propuso algún día hacer algo para dar a conocer su trabajo. Hace ocho años sintió una suerte de ultimátum para arrancar con este sueño y “comenzar a picar piedra con ideas que entonces eran nuevas”.

El propósito de vender mezcal siempre fue consecuente al empeño por reivindicar a las mujeres y familias que lo elaboran, de ahí que haya creado Mezcal y Pasión, un proyecto de difusión que hasta la fecha promueve la cultura del mezcal y del agave, y que a la vez visibiliza las artesanías y el trabajo de las comunidades mezcaleras. Cuando finalmente decidió abrir su propia marca aparecía también el reto de posicionar el mezcal en Puebla. Aunque vivamos en un estado con Denominación de Origen, a este destilado le sigue una historia de prejuicios y persecuciones por parte de las autoridades, todo eso ha implicado un enorme esfuerzo para revalorar a este destilado como el tesoro que es. “El maguey es una planta con múltiples usos en medio de zonas en las que prácticamente sólo hay cactus. Se utiliza para el mezcal, pero también para el pulque; a sus pencas puedes quitarles la piel y cocer alimentos vapor como se hace con el mixiote; los quiotes que son el tronco, sirven para construir tejados; sus flores se comen al igual que la piña cocida. Es por eso que desde la época de la colonia el maguey se conoce como la planta de las maravillas, porque es una fuente de bienestar en las regiones áridas”.

En este camino como mujer emprendedora Edna se ha encontrado con limitantes de género sostenidas por prácticas milenarias.“En la mayoría de las comunidades en las que se producen destilados existía la creencia (y en muchos casos perdura), de que a la hora de la destilación las mujeres no deben de estar en el palenque porque se echa a perder la bebida […] Sin embargo ahí han estado siempre, cargando piñas, llenando el horno, preparando el itacate para los hombres. Las mujeres se hacen cargo de la familia, conocen el campo y saben cultivar, son ellas también quienes resguardan los conocimientos y tradiciones y las transmiten entre generaciones”.

El umbral de lo privado ha sido históricamente incuestionable, pero al cruzarlo se han desmantelado un sinfín de prácticas como los trabajos del cuidado; son incontables los ámbitos laborales cuya articulación se sostiene gracias a estas labores. En Agavesos se visibiliza, dignifica y remuneran estas tareas dentro del proceso de preparación del mezcal. “Hasta hace muy poco tiempo nunca habíamos visto en la etiqueta de una botella que dijera ‘La maestra mezcalera’, siempre había sido ‘el maestro mezcalero’”.

Hay muchas dificultades para una mujer que busca sacar adelante su propia empresa, pero en el camino hay también mujeres que forman alianzas y se extienden la mano. Prueba de ello es el encuentro que tuvo Edna con la Asociación de Mujeres del Mezcal y del Maguey. Había leído en redes sociales sobre ellas y sobre los logros que han alcanzado en beneficio de la producción del mezcal, pero fue hasta conocerlas en un congreso en Oaxaca cuando platicaron y la animaron a arrancar en diciembre del 2021 el capítulo Puebla.

“Anduve tocando puertas de mujeres que no tenían idea de por qué y para qué necesitábamos una asociación, si vamos a perder el tiempo o no tenemos dinero. Pero aquí estamos, ahora este es el tercer rubro de mi vida mezcalera. Somos ya 49 mujeres, algunas productoras, otras promotoras, comercializadoras, sembradoras de agave, artesanas de las zonas áridas, tejedoras de palma. Somos muchas y estamos tratando de hacer que cosas buenas sucedan”.

Para Edna hay mucha pasión que impulsa todo el trabajo, los procesos y las relaciones implícitas en la preparación del mezcal: desde la tierra, las familias y comunidades, hasta las mujeres que se involucran para promoverlo. “Agavesos son besos de agave, besos con sabor a México. Ese es el eslogan porque para mi el mezcal es una representación afectiva, es fuego de la tierra y es trabajo […] Los agaves que menos tardan en crecer están maduros en seis u ocho años. Son seis años mínimo los que pasan a la intemperie absorbiendo la energía del cosmos, absorbiendo la savia de la tierra, es una materia prima muy compleja que lleva dentro de sí muchísima magia y energía”.

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