6 proyectos para darle un respiro a Puebla

Un poco de verde en la mancha urbana

6 proyectos para darle un respiro a Puebla

Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que nos sirve como un necesario recordatorio para prevenir, detener y si es posible, revertir todo el daño que hemos hecho al medio ambiente. Dejar de explotar a la naturaleza para curarla.

La alimentación es la condición que expresa con mayor claridad nuestra interdependencia con el entorno. Acercarnos a los alimentos que consumimos y conocer sus procesos nos permite generar un genuino sentido de responsabilidad y cuidado hacia el medio ambiente. A eso le apuestan las huertas urbanas, ya sea invitándote a cosechar una hortaliza, o simplemente remarcando la importancia de  consumir local, un acto que reduce las intermediaciones, promueve las prácticas agropecuarias ecológicas y fomenta el comercio justo y responsable. Así que si estás pensando en cambiar los supermercados por huertos, granjas urbanas o incluso producir tus propios alimentos pero no sabes cómo, aquí te dejamos seis excelentes iniciativas recomendaciones.

Huertas Petricor

Ubicadas en Cholula, sobre la 15 Poniente, Huertas Petricor es una granja urbana que busca crear comunidad a partir de la producción autosuficiente de alimentos a través de la permacultura, un sistema integral que busca el uso sustentable de la tierra. Brócoli, acelgas, coliflor, lechugas, kale y otras hortalizas, plántulas para sembrar tus propios alimentos e incluso huevos agroecológicos (producidos por las gallinas que viven en pastoreo rotativo), son algunas de las maravillas que podrás conseguir en estas huertas integradas. Constantemente tienen actividades en sus huertas, desde talleres de elaboración de comida hasta clases de yoga, por lo que te recomendamos seguirlos en redes. 


Cactilia

Si has visitado lugares como Harina y Sal o Café & Tocino, seguramente ya has probado alguno de los productos de esta granja urbana amigable con el medio ambiente. En Cactilia encontrarás, todo libre de químicos y pesticidas, frutas, verduras, microgreens, hojas gourmet, vegetales orgánicos y flores comestibles, algunos que estamos seguros, ni siquiera conoces; como los colinabos, el radicchio o el cucamelon. 


Suelo Semilla

Si bien Suelo Semilla no es un huerto como tal, sí es la mejor fuente para aprender a hacer uno en casa. Melissa Carmona, la agrónoma y agricultora detrás de este proyecto, se encarga de enseñar a quienes lo necesitan (tanto presencialmente como en línea), todo respecto a huertos urbanos, compostas, cuidado de las plantas y muchas otras acciones que le darán un respiro a tu entorno. 


Jardín Etnobotánico Francisco Peláez R.

Este Jardín ubicado también en Cholula es todo un centro de educación ambiental. Aquí se cultivan más de 1200 variedades de hierbas y flores aromáticas, medicinales, culinarias, cosméticas y más. Y aunque no las puedes comprar como tal, sí puedes ir a visitarlos para obtener tus semillas para cultivar, conseguir plantas y aprender de todo en los talleres que van desde cómo sembrar e identificar plantas hasta el uso correcto de plantas medicinales.


Bluum

Bluum es el balance perfecto entre dejarte consentir e involucrarte en la preparación de tus alimentos. Esta huerta es un proyecto dedicado a brindar experiencias gastronómicas, en ellas el comensal puede cosechar algunos de los elementos que constituirán el delicioso menú que posteriormente probará y que es garantía que será una delicia. 


La Colecturía

La Colecturía es un punto de encuentro entre distintos saberes. Desde sus inicios, en el año 1713 para ser precisos, este espacio fungía como centro de recolección de semillas y por supuesto que era mediado por  el obispado porque Siglo XVIII. Hoy en día es más bien un centro comunitario en el que puedes encontrar distintas actividades, talleres, un café (Señorita Caruso) que emana poesía, un bosque comestible y un comedor cuya cocina forma parte de Slow Food, una red internacional que promueve la alimentación sana, limpia y justa. Todos sus insumos son producidos en un radio menor a 100 km, de forma sostenible y libres de transgénicos. La Colecturía es básicamente una prueba de que en plena ciudad hay mucho que puede hacerse por el medio ambiente.

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