​​La Higuera: florecer hacia adentro

Desayunar como fin y no como medio

​​La Higuera: florecer hacia adentro

El higo no es una fruta ordinaria, estrictamente ni siquiera puede ser considerada una fruta. Ese oscuro capullo, cuya dulzura hace que pensemos en la tierra como un posible paraíso, es en realidad una flor invertida, una flor que se encierra y se come a sí misma. A veces al igual que los higos, hay que volver a unx mismx aun cuando ya hemos florecido; estos nos enseñan que la posibilidad de reinventarse viene de adentro. Este curioso proceso fue la inspiración con la que La Crianza, un restaurante especializado en carnes, exploró lo que podía ofrecer a las mañanas en la colonia La Paz para finalmente dar con la respuesta; La Higuera, un restaurante de desayunos que nos invita a invertir la monotonía con que iniciamos nuestros días.

 “El higo es esa parte introspectiva, porque hasta que te conoces puedes mostrarle al mundo algo totalmente diferente a lo que ya tienes, que es lo que pasó con nosotros”. Nos cuenta Victoria González Cué, una de las mentes detrás de este proyecto. Todo aquí se dirige al mundo interno de sus comensales, desde el amplio espacio que divide a las mesas para que en cada una de ellas se extiendan conversaciones interminables, hasta las frases célebres de distintos filósofos impresas y exhibidas en sus mesas. Y por supuesto está el factor más importante: la comida, y es que no es ningún secreto que esta es la facilitadora por excelencia para soltarnos la lengua y hacernos hablar, reír y disfrutar un momento en compañía de las personas que más queremos. 

Aunque sería mentira declarar que este proyecto no le debe nada a factores externos, y es que así como toda flor —o flor invertida en este caso—necesita la acción de polinizadores digamos que en esta historia fueron fundamentales las sugerencias de varias mujeres que visitaron el restaurante. “Con el concepto intentamos acoplarnos principalmente a los jóvenes, de ahí viene el tema de los smoothies que son muy frescos y coloridos, también platillos como los toasts que aunque ya son básicos en cualquier desayuno, no tiene mucho que fueron tendencia. Pero ya en la ejecución nos dimos cuenta que nuestras clientas sugerían platillos mexicanos tradicionales”.

Estas comensales incitaron a La Higuera a rescatar la importancia que tiene el desayuno en las tradiciones mexicanas. En realidad son pocos los países que se esmeran tanto en la primera comida del día. Mientras que hay culturas en las que desayunar implica untar algo a un pan y tomarlo con café para salir corriendo al trabajo, un desayuno completo en nuestro país abarca fruta, café, pan dulce,  huevos, tortillas; todo esto en diversas presentaciones y siendo ingerido sin un orden predeterminado en el que además, siempre es posible repetir.

Entre las opciones más tradicionales que alberga su extenso menú no puedes dejar de probar este delicioso par de íconos poblanos: sus enmoladas y sus enchiladas de pipián rojo o verde. Si eres de los que no puede imaginar un desayuno sin huevo te recomendamos pedir unos huevos árabes, la emblemática opción para amantes de las especias; con pan pita, jocoque y za’atarz’atar. 

No exageramos al afirmar que los higos son toda una filosofía para este proyecto. Y es que aquí, por más que las apariencias importan, estas nunca pueden quedarles grandes al verdadero contenido de sus platillos. “Claro que nos gustaría que lleguen jóvenes a tomar fotos, pero queremos que cuando lo prueben piensen que está todavía mejor de lo que se ve”. Un perfecto ejemplo de este punto son sus smoothies, que en efecto, en un principio te llegarán por los ojos y aún así no hay forma de anticipar lo rico y fresco que saben; nosotrxs te recomendamos probar el de mango-plátano y coco-fresa. Está también la Ensalada Higuera sobre la cual es nuestro deber hacer hincapié en que es mucho más que una guarnición decorativa; se trata de un perfecto encuentro entre lo dulce y lo salado con mix de lechugas servida con zanahoria, jícama y nuez caramelizada , aliñada con una vinagreta de naranja.

 Y como esos platillos hay más que nos recuerdan la magia del desayuno. Ya lo hemos dicho varias veces, en Oca no somos de los que se saltan el desayuno voluntariamente. Pero sabemos también que la mayor parte del tiempo nuestros itinerarios no nos permiten sentarnos por más de unos minutos. Varios pendientes pasan por nuestra mente al levantarnos, y entre ellos el desayuno es únicamente un medio, un breve momento que le robamos al ajetreo del día para cargar combustible. 

 En La Higuera los desayunos no son un medio, son un fin en sí mismos; son la posibilidad de iniciar el día tomando consciencia de cómo nos sentimos, de lo que nos gusta y con quién nos emociona compartirlo; se trata de esa disposición de darle un giro a la rutina y aprovechar las mañanas para saborear lentamente nuestros pensamientos. Darse un tiempo para florecer hacia adentro.

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