¿Un vaso de agua no se le niega a nadie?
Botella no, un vaso, por favor.

Entre comensales y restaurantes hay muchas batallas, pero una de las más controversiales es sin duda la del vaso de agua. Todxs hemos estado ahí. Pides un vasito con agua y el mesero corrige: ¿Botella? No, vaso terminas tajantemente. A veces el mesero deja de insistir, otras argumenta que no tienen agua, solo botellas. Una red flag si nos lo preguntan.
Y es que según la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible, a nivel república los establecimientos que otorgan servicios de alimentos o bebidas —cafeterías, restaurantes, bares y otros agregados del mismo giro—, tiene por obligación ofrecer agua natural no embotellada sin costo a los consumidores con la finalidad de “fomentar el consumo de alimentos sanos”.
Esto viene en el Artículo 29 de aquella Ley: “Ofrezcan agua natural no embotellada, apta para el consumo humano, sin costo para las personas consumidoras”. Que ojo ahí, tiene que ser apta para el consumo humano y por supuesto que las botellas de agua sí se tendrían que pagar.
Siempre y cuando el agua no sea embotellada, el restaurante no tiene por qué negartela o cobrartela. ¿Y si sí? Ahí es en donde entra la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Si quieres hacer una denuncia hay de 3 sopas: ingresar a este enlace, mandar un correo a denunciasprofeco@profeco.gob.mx, o llamar al 55 5568 8722 o 800 468 8722.
Otro punto que toca la Ley General de la que te hablamos unas líneas arriba es que, como mantiene el Artículo 109, si hay alguna infracción —si te niegan ese vasito de agua y lo denuncias—, el establecimiento será sancionado con una multa de 22,000 a 50,000 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (que ahorita anda en $113.14) y la clausura temporal o definitiva, parcial o total del lugar.
Y aunque la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible fue publicada en el Diario Oficial de la Federación apenas el año pasado, en el 2024, ya había precedentes como la Ley del Agua para el Estado de Puebla, la cual obliga a garantizar el acceso a agua para consumo personal. Así que esto no es algo nuevo. Las abuelas siempre tuvieron la razón, un vaso de agua no se le niega a nadie.