Nuevo año, nuevos sabores. Los inicios siempre son emocionantes, y la llegada del 2024 no es la excepción. Desde hace un par de meses nuevos restaurantes y bares han ido apareciendo en la ciudad; nuevos chefs, ideas frescas, proyectos innovadores. Nada nos emociona más, es por eso que hemos reunido aquí 8 espacios dedicados al paladar a los cuales deberías echarle un ojo este año.   

Un híbrido entre cafetería, restaurante y barra. Aye Aye llegó a Cholula para mostrarnos que nunca es muy temprano para un cóctel o muy tarde para un café; aquí los antojos son los que mandan. Como bien dice Fernanda Ortega, la creadora de este concepto, Aye-Aye es “un lugar cálido donde la gente pueda disfrutar de un café o un vino mientras hacen home

office, conviven en familia o tienen su primera date”. Más que versátil.

Aye-Aye nace para consentir y se nota: Tabla de quesos y carnes frías con mermelada y pan; Sándwich Italiano con pan de masa madre, jamón ahumado artesanal, queso gratinado, chutney de tomates heirloom y mix de hojas o su Crepa Especial, con dulce de leche, almendra tostada, flameada con brandy, café y plátano. Opciones sobran y demuestran que aquí hay puro placer.

El desayuno no solo es la comida más importante del día, en Evelia, también es la más interesante. A cargo del chef Kaleb, este desayunador se inspira de los sabores de Cholula, de Puebla y de México para presentarnos platillos deliciosos, de sabores tradicionales pero con toques que los refrescan, elaborados con insumos orgánicos y locales. 

 Este espacio es pet friendly, bike friendly y friendly con la cartera. Cuando los visites, porque sabemos que lo harás, te recomendamos comenzar con su Plato de fruta con melón, piña, guayaba, avena, chía, amaranto y coco tostado sobre jugo de naranja y fruta de la pasión, miel de abeja y sal de Zapotitlán; después probar su Tarta de Huitlacoche con huevo, elote y verdolagas y si tienes espacio, darle una mordida a su Taco de Mole verde con costilla de cerdo deshebrada, acompañado de pera nixtamalizada, cebollitas asadas y verdolagas.

En el centro la vida es más sabrosa. Hace apenas un par de meses el Güero Marinero arribó al Centro de Puebla para consentir a la gente del centro, turistas y uno que otro curioso con su cocina de mar. Ubicados en la 16 de Septiembre, en el mero centro de Puebla, esta barra de mariscos es pequeña pero sabrosa. 

Platillos sencillos, chelitas frías, el Güero sabe que la comida es para gozar, desde una clásica Leche de tigre con pesca del día y platanitos fritos; unas tostaditas de atún hasta una de sus Costras de camarón, que la netan están rebuenas. No les mentimos, gracias al Güero Marinero, en el centro la vida es más sabrosa.  

Si Casa Bacuuza es una carta de amor a Oaxaca, Jacinto y yo es una oda a Puebla. El último proyecto de la dupla de chef detrás de Casa Bacuuza, Abraham Serug y Osiel Solórzano es una casa de desayunos y comidas poblanas, la pura ricura como ellos dicen. 

Para apapachar desde temprano aquí hallarás platillos como sus tlayoyitos de Tlatlauquitepec de haba, hoja de aguacate y requesón; sus Cemitas de Pulled Pork o de Chipotle relleno; su Mole de Tlatlauquitepec; o su Risotto Milpero, con elote, queso ovejero y quesillo crema. Todo un gozo.      

Unos taquitos a todes nos vienen bien. En el Centro, al ladito de Miel de Agave, Opera Cuina abrió sus puertas. Con la chef Liz Galicia detrás de este proyecto, te podemos garantizar que de aquí seguro sales con una sonrisa gracias a sus 2 especialidades: sus taquitos de cochinita pibil y de lechón al horno. El concepto es tan sencillo como sabroso, 2 guisados clásicos del sur de México en las manos de una de las mejores chefs de la ciudad en un espacio relajado e íntimo. Así que si un día andas por la 7 poniente, y te comienza a invadir el hambre, ya sabes a donde ir. 

Por ahí dicen que la unión hace la fuerza y Parlante es la prueba de ello. Este restaurante es dueña de una cocina híbrida, una que le hace honor a la cocina italiana pero que también funge como un homenaje a los recetarios latinos, a su juego de sabores y a la tonelada de cultura que habita en ellos; Un poquito de esto, otro poco de aquello.

Delicias que bien podrían ser afrodisíacas: tiradito peruano de atún; Burrata mexicana con arúgula, cacahuate garapiñado y aceite de árbol; Chifrijo tico de Costa Rica, con frijoles, arroz, chicharrón y pico de gallo; Chupe de pollo, un caldo de pollo andino con elote, zanahoria, queso panela, papa ,cilantro, leche y trozos de pechuga.  Y la lista de joyas latinas sigue, pero mejor tu visítalos para conocerlas.

Si estás buscando una terraza, acabas de encontrar una de las más lindas de Puebla. Torano es un restaurante que le hace tributo a la comida japonesa y sus tradiciones. Para empezar te reciben con un vaso de sake a rebosar —una clásica bienvenida a un hogar nipón— porque sí, además de platillos japoneses, aquí hay mucho sake. 

 Para comer te recomendamos su Dragon Roll, cubierto de mango y aguacate con camarón empanizado, dip de chipotle, queso crema y salsa de anguila; o su Spicy Shrimp Crab Roll, con papel de arroz y hojas de cilantro, mix de camarón, kani picante, aguacate, pepino, mix de lechuga y won-ton frito bañado con salsa de anguila y un dash de sriracha. Si quieres compartir algo, pide un Soft Shell Crab, un cangrejo de concha suave en tempura con salsa de cilantro con jalapeño. Pero si quieres una experiencia completa, reserva una de sus mesas teppanyaki, con una vista increíble de la ciudad de Puebla.

Los sabores de Unto muestran la cara más placentera de lo disruptivo. En un menú creado por Santiago de Echevarri que recorre opciones como  hamburguesas u ostiones frescos de Ensenada, y que es flexible tanto para quienes buscan una comida de varios tiempos o solamente una botana, este proyecto cholulteca se rige por una constante: la creatividad y el empeño por explorar nuevas posibilidades culinarias. Esta es una propuesta que además tiene la intención de que disfrutes con todos los sentidos, por ello uno de sus ingredientes sorpresas es la música; aquí el groove y el talento local siempre acentuarán el amor por experimentar, disfrutar y compartir.