No es ningún secreto que para conquistar a un comensal una táctica que no falla es apelar a lo hogareño. En ningún lugar nos sentimos tan cómodos como en nuestras casas, no importa qué tan formal sea la ocasión. Salir a comer parece un actividad incompatible con la privacidad que a veces necesitamos, pero venimos aquí a desmentir esa creencia con cuatro lugares a puerta cerrada en los que además de comida y drinks deliciosos puedes encontrar una atmósfera íntima y privada

Cultivo es la casa en el centro de Puebla a la que siempre quieres que te inviten a comer y para tu suerte, siempre estás invitado. Toca el timbre y al cruzar por la puerta  hallarás un proyecto que piensa en todo: desde la forma más responsable para obtener y desechar sus insumos, hasta la creación de un menú que haga honor a la gastronomía mexicana pero sobre todo al suelo mexicano. Todo esto, dentro de un espacio que logra la armonía perfecta entre elementos como la privacidad, el amor por las plantas y por el Centro de Puebla.  

Taquerías hay muchas, pero con harto estilo, solo algunas. Una de aquellas es El Caravana, una barra de tacos en donde el ojo disfruta tanto como el paladar. Aquí el fuerte es la birria y vaya que está sabrosa; por $90 te puedes echar una Orden de birria de 16 oz, con consomé, carne y tortillas; una chelita ($35), o un Taco de guisado ($55) —que van cambiando cada fin de semana—, un consomé chico ($25) y un Clamato para la cruda ($35). Tú visítalos, que seguro te la pasas chido.

En Puebla hay más de una opción para amantes de los viniles, la coctelería y la comida deliciosa; pero sin duda si a todo ello le agregas el requisito de un espacio privado e incluso escondido la respuesta por excelencia es Modular. Esta propuesta en pocos meses se robó nuestro corazón y sin duda es la respuesta a cuando no te decides entre salir por unos drinks, ir a cenar o quedarte en tu casa. 

Descubrir lugares como Uji es emocionante en todos los sentidos, y aun así, en ningún momento deja de ser cómodo. Ubicada en El Carmen, esta cantina asiática supera tus expectativas y juega con tus impresiones resguardando tras su puerta una experiencia culinaria única. Desde destilados mexicanos hasta sake y cervezas de todo el mundo, Uji fusiona lo exclusivo con lo acogedor, invitándote a explorar sabores de Pakistán, Laos, Vietnam, Tailandia, China y Japón. Incluso tocar el timbre es parte de la experiencia en este restaurante a puerta cerrada, donde cada visita promete sorpresas deliciosas.

holula es, entre muchas cosas, misteriosa; nunca sabes lo que resguarda cada puerta. En casos como el que aquí te presentamos, la respuesta es un auténtico tesoro. Al entrar a Valiente, descubrirás un espacio de techos altos bañado por luz natural que se filtra a través de un enorme tragaluz. Tras una puerta casi secreta, este rincón culinario te espera con un menú que fusiona sabores mexicanos y globales y destaca la creatividad del chef Eduardo Luna así como la exploración de las posibilidades de Cholula.

Los bootleggers eran héroes nocturnos que escondían alcohol dentro de sus botas en la misma época que surgió la tradición de los speakeasy, bares clandestinos que requerían códigos secretos. Bootlegger hoy en día recuerda esta dinámica, celebra que ya no es vigente pero recupera la emoción que reside en lo clandestino. Este espacio dedicado a la coctelería clásica y de autor, con su política de puertas cerradas, evoca la nostalgia de tiempos pasados mientras brinda a cada cliente una experiencia única y emocionante. No puedes dejar de probar el Negroni Mexsi o el Mexsi Old Fashioned, con whisky Abasolo y toques de manteca de cacao, Nixta, bitter mole ponlano, chocolate y cacao en polvo.