En esta vida existen 2 tipos de personas, a quienes les gusta desayunar salado, y quienes prefieren endulzarse el día desde tempranito. Si eres de lxs segundxs, seguro que estás más que familiarizadx —incluso enamoradx— con el pan francés. 

De orígenes dudosos (aunque según investigadores hay antecedentes de este pan endulzado en el recetario de Apicius, allá por el siglo V en el Imperio Romano) el french toast es infalible para arrancar con una sonrisa de lado a lado; tan bueno es para alegrar el día que cualquier restaurante dedicado a los placeres de la mañana tiene uno. Pero hay de panes a panes, es por eso que hoy decidimos escoger nuestros 8 favoritos para que más que echarles un ojo, les eches una mordida.    

En Ágape se cocina con el corazón. Aquí cada uno de los platillos que entran y salen de su carta, la cual cambia junto a las estaciones del año, tienen el maravilloso poder de reconfortar a la primera mordida. El menú de primavera, el más reciente hasta ahora, trae consigo un Pan Francés que como siempre, es una maravilla: un pan brioche acompañado de fresas tibias con mantequilla, coronado con un helado de aceite de oliva. Nuestra mejor recomendación es no perderle la huella a este restaurante, que cada con cada nuevo menú nos sorprende con su Pan francés  

Es bien sabido que todo lo que sale de las cocinas de Café & Tocino es una delicia, por supuesto que su Pan Francés no es la excepción. En el Supremo encontrarás un pan francés revolcado en azúcar mascabada con canela y azúcar glass, servido con crema batida o cajeta, coulis de frutos rojos y frutos rojos frescos. Eso sí, prepárate para compartir porque seguro todxs en tu mesa te roban un cachito. 

Echarse un café o una copita; comer, cenar o desayunar, en Seratta el arte del buen comer nunca descansa. Desde que sale el sol hasta que se mete, en este nuevo clásico de Puebla seguro encuentras algo para consentirte, desde pizzas y carajillos hasta chilaquiles y un Pan Francés que está para no dejar ni una migaja en el plato. Si lo pides, a tu mesa llegará un pan marmoleado con frutos rojos, bañados en salsa blanca inglesa. Amor a primera vista en forma de pan.        

Café de especialidad y desayunos. Lo mejor de 2 mundos se unieron para crear Pasticel, un sueño para cualquier amante de los deleites mañaneros. En este desayunador mexicano y cafetería encuentras un Pan Francés que solo es mejorable con una taza de café al lado, cubierto de mermelada de frutos rojos, fresas, queso crema y crema montada. 

Ni un mes lleva este restaurante y ya se ganó nuestro corazón. Hace un par de semanas abrió sus puertas Trecena, un templo al buen comer ubicado en el centro. De su carta,  diseñada por Rodolfo Castellanos, chef del restaurante oaxaqueño Origen, destaca entre un montón de sabrosuras su Pan Francés, con pan brioche hecho en casa remojado en leche francesa con huevo, revolcado en canela y azúcar, acompañado con crema montada y frutos rojos. Si todavía no los visitas, esta es la señal.  

Cada nuevo día es un pretexto perfecto para comenzar de cero, cambiar lo que no nos gusta (o aunque sea intentarlo) y probar algo nuevo. En Antes Meridiano, un restaurante cuyo principal insumo es la alegría, creen firmemente en el poder renovador de la mañana, es por eso que su chef Ale Troyce creó un Pan Francés para animar a cualquiera: pan brioche de la casa bañado con miel de maple, plátano, fresa, moras y encima de todo, tocino crujiente.

Aliere nos abre las puertas a los placeres del mediterráneo desde que sale el primer rayo de sol. Con una cocina inspirada en aquellas costas de Europa, no podemos esperar de Aliere más que gozo. Si no nos crees, visítalos y pide su Pan Francés, un pan brioche relleno de queso mascarpone acompañado de frutos rojos del bosque. 

El Centro de Puebla está lleno de recovecos que desbordan sabor, pero sin duda uno de los más especiales es Casa Azulai, el hotel que habita en el interior de la casona forrada de azulejos que vigila la 2 oriente. En su restaurante, Azul Talavera, hallarás un Pan Francés que con solo verlo, caerás redonditx: pan brioche remojado en salsa de vainilla, sellado con mantequilla, montado con frutos rojos y crema batida.