El último sábado de septiembre tuvimos la oportunidad de conocer a través de Leo Téllez, una de las personas detrás de la cooperativa, un poco más sobre Milli, Ozolco y sus cultivos en los que crece la verdadera estrella de este proyecto: el maíz, pero también frijol, chilacayotes, frutas y maguey pulquero.
“Somos de una comunidad campesina que toda nuestra vida nos hemos dedicado al cultivo del maíz, eso nos obligó a migrar a los Estados Unidos, porque simplemente ser campesino es discriminatorio; nuestro trabajo no se valora y nuestros maíces son muy mal pagados. Al migrar, los de nuestra comunidad llegan a la ciudad de Philadelphia, una ciudad restaurantera en donde la mayoría de nuestra gente se dedica a trabajar en espacios gastronómicos. Es tanta nuestra pasión por la cocina que nuestra gente llega a ser, a través de tiempo y esfuerzo, chefs, a dirigir restaurantes de renombre o incluso a poner uno propio.
Algunos decidimos regresar por nuestra cuenta, otros son deportados injustificadamente, y al regresar a nuestra comunidad, volvemos al cultivo de nuestras tierras, pero la situación es la misma. Algunos buscan trabajo en restaurantes de la ciudad, pero el pago es injusto debido a que no se tiene ningún título universitario o alguna carta de recomendación. Es por eso que iniciamos Milli, de la necesidad de darle valor al campo, de darle valor a nuestros maíces, de conservarlos; de resguardar nuestra gastronomía, nuestra lengua náhuatl, y generar empleo para nuestros migrantes.”