No hay ofrenda sin comida

6 alimentos típicos y su significado

No hay ofrenda sin comida

Por Alejandra López Carvajal

¿Qué comida me gustaría que pusieran en mi ofrenda? Después de reflexionarlo mucho —la comida no es algo que me tome a la ligera—, creo que un Mac and Cheese es la respuesta más adecuada. Yo sé, no es muy mexicano de mi parte, pero al final se trata de que la persona que regresa del más allá pueda disfrutar de la comida que más le gustaba en vida. 

Chilaquiles, pollo frito, mole, pasta, ramen, esquites; imagino que la respuesta de todxs es tan diferente como deliciosa y por eso el Día de Muertos es de mis festividades favoritas. Además de lo lindo que es poder celebrar la muerte entre colores, esta festividad nos hace recordar a nuestros seres queridos a través de la comida. Solo basta mirar una ofrenda para darnos cuenta del papel tan protagónico que toma: fruta, pan de muerto, sal, calaveras de azúcar, agua y claro, el platillo favorito de esa persona tan querida que deseamos que nos visite. 

Y sí, aunque una ofrenda nunca va a ser igual, estos elementos típicos mantienen viva una tradición milenaria que en mi caso, me hacen sentir una nostalgia que espero año tras año. Por eso decidí investigar un poco más sobre estos alimentos y el por qué se volvieron un rasgo imperdible en las ofrendas (y específicamente en la mía).

Calaveras de azúcar

Si me preguntan, este es uno de los elementos que más me gustan. Recuerdo merodear la ofrenda cuando era niña esperando a que fuera el momento de por fin comerme esa delicia de azúcar que ahora sé que es una alusión a la muerte siempre presente. También he encontrado que ese significado solo es propio de las calaveritas medianas, porque las más chicas son dedicadas a la Santísima Trinidad y las más grandes al Padre Eterno. Me intriga mucho todo el significado del que podemos dotar a alimentos que en otro contexto no son más que una golosina temática. 

Sal

La sal puede llegar a tener varios significados. El primero es el de purificación, que ayuda a que el alma del difunto no se corrompa en su viaje de ida y vuelta. Además, se dice que la sal ahuyenta a los malos espíritus, ayudando a que solo recibamos la visita de nuestros seres queridos ¿Esto también ahuyentará a las personas a las que ya no les ponen ofrenda? Quiero imaginar que hay alguna manera de invitar a otros difuntos a comer y tomar en nuestro hogar para que no se sientan olvidados. Este año lo cambiaré por azúcar con la esperanza de que así sea. 

Agua

Me encanta lo literal que puede llegar a ser este elemento. El objetivo del agua en una ofrenda es reconfortar y saciar la sed del difunto. En la cosmovisión prehispánica, el viaje que hacen los muertos desde el Mictlán, la tierra de los muertos, es muy largo y por eso la necesidad de esperarlos con algo con que hidratarse. También me gusta que la ofrenda sea de alguna manera tierra de nadie, un lugar en donde la línea entre la muerte y la vida es tan delgada que conviven elementos como el agua, que relacionamos tanto con la vida, con otros como las calaveras, que nos recuerdan inmediatamente a la muerte. 

Alcohol

¿Se pondrá alcohol en la ofrenda de alguien que fue abstemio? Tal vez. Al final, este elemento se pone sobre todo para simbolizar los grandes y felices acontecimientos de la vida más allá de la bebida en sí. Claro, si a mi me ponen una chela y un mezcal se los voy a agradecer. 

Flor de Cempasúchil

No hay nada más bonito que ir en carretera en estas épocas y ver los inmensos campos de flores naranjas. Pongo la flor de Cempasúchil en esta lista porque al final de todo es comestible, y nos trae delicias que van desde cerveza hasta postres. En la ofrenda se utiliza para guiar a los espíritus hacia el altar.

Pan de muerto

Mucho se dice del pan de muerto. Que si se inspiró en los sacrificios humanos, que sí representa el “cuerpo de Cristo” o que si las tiras simbolizan los cuatro puntos cardinales. De lo que sí podemos estar segurxs, es de que no hay Día de Muertos sin pancito y que una ofrenda no estaría completa sin él. De hecho, se dice que tenemos que poner un pan por cada persona que queramos recordar. ¿Será cierto eso de que los difuntos le quitan el sabor? Nunca he querido comprobarlo, siento que hay algo mágico en darle el beneficio de la duda. 

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