Teníamos una hipótesis, a una ciudad se le conoce a través de su comida, pero nos equivocamos, o más bien, olvidamos algo importante, que a las ciudad también se les descubre a través de sus bebidas. Y es que el mole no es lo único que ha salido de la brillante mente de unx poblanx, hay vario trago que creemos tienes que conocer, es por eso que aquí te presumimos (porque sí, nos da orgullo) 5 tragos que son endémicos de aquí, puro vaso poblano. 

Lo que empezó como una tienda de primera necesidad, terminaría convirtiéndose en un bar gracias a un montón de casualidades. A inicios del Siglo XX el alcohol estaba prohibido, pero Don Hermilo, el hombre al frente del tendajón que se encontraba en la 4 norte, era mucho más astuto. En su tienda empezó a ofrecer cócteles que a lo lejos parecían malteadas: un poco de frutas, leche, y un piquete (o más bien un buen chorro) de alcohol. El toque final se lo daba Don Hermilo rayando hielo encima, “parecía que le había nevado al trago”. Actualmente Nevados Don Hermilo tiene una nueva casa en la Plaza Danke, sobre la Calzada Zavaleta, y es un gusto decirles que el sabor y la sazón siguen intactas, prueba un Nevado de Fresa (el clásico), o un Popocatépetl con nieve de limón, tequila y licor de menta y sabrás de lo que hablamos.

Algo fresco, rico y que pegue. Sería imposible no mencionar en esta lista aquel regalo que los franceses nos introdujeron en el siglo XIX un cóctel que tomamos, adoptamos y humildemente mejoramos, el mint julep; yerbabuena, bourbon, azúcar y hielo, ¿les suena? Ubicados en el centro y con más de 80 años de vida, La Ópera es el lugar perfecto para echarse un Menyul tradicional, y si bien dicen que los franceses lo trajeron, existe otra teoría que propone que Pedro Chicote (una leyenda de las barras en España) le enseñó la receta a Don Pedro Montecinos, fundador de la Ópera cuando por cuestiones de la vida trabajaron juntos en el Hotel Lastra. 

¿Que qué tiene? Pues quien sabe pero está bien rico. Al ladito del Mercado de la Victoria se encuentra La Mina de Plata, una cantina cuyo pequeño tamaño contrasta con su larga historia —este espacio ya ha de tener casi un siglo existiendo—. Aquí hay destilados, cervezas y refrescos, pero lo que nos encanta de La Mina son sus licores, en especial su Lomo de Rana, un trago herbal, fresco, ligerito y potente acompañado con refresco de toronja.

Este trago seguro ya lo conocías, y es que no hay manera de haber ido a la Licorería San Pedrito, a cualquiera de sus dos sucursales, sin haber probado una Grosellita. Este trago orgullosamente cholulteca es tan sencillo como sabroso; una mezcla de aguardiente con piloncillo, refresco de toronja, chile en polvo, sal de gusano y jugo de limón. Si has ido al Centro o a Cholula, sabes que con este trago se empieza una gran noche.

¿Cuántas cuadras? La Pasita ya no es solo un bar, es una atracción turística. Inaugurada en 196 por Emilio Contreras Aycardo, un ex militar que combatió en Veracruz, esta licorería lleva toda una vida alegrando a turistas y locales con sus licores, pero uno es el favorito de todos, la Pasita, un licor artesanal de pasa acompañado con un trocito de panela. Si vas de visita a Los Sapos, no te confíes, que se rumorea que las pasitas son más potentes de lo que parecen.