Crónica de unos Antojitos del Centro
Ya hacían falta unos antojitos
Alejandra López Carvajal
Son las dos de la tarde y en la oficina de Guía Oca suena el clásico “¿Y si ya comemos?” de Luis, nuestro director editorial. Y es que si en algo tiene razón, es que escribir sobre comida te da hambre. Sobre todo cuando, además, estás en el corazón de la ciudad, en donde los puestos de comida sobran y algunos de los espacios gastronómicos más icónicos acechan a solo unos pasos.
“Sí, ya hace hambre” le contesto, como buena oca pienso en comida el 85% del tiempo. Así emprendemos nuestro recorrido por el Centro de Puebla en busca de algunos de los antojitos más tradicionales de la ciudad, que sí, aunque es una tarea es deliciosa, no es tan fácil como parece. La cantidad de opciones que resguardan los edificios coloniales que enmarcan esta zona complican algo las cosas. Entonces hacemos una pequeña lista de los espacios que queremos visitar, armamos un recorrido y salimos de la oficina con ganas de comernos la ciudad (casi literalmente).
Primero decidimos encaminarnos hacia las chalupas de San Francisco, el lugar más lejano de nuestro itinerario. En lo personal, este es uno de mis lugares felices ¿Quién fue el genio al que se le ocurrió dedicar un espacio a las chalupas? Después de 15 minutos llegamos al paraíso de este antojito, el cual se compone de un pasillo en donde hay varios restaurantes que aseguran que son “los únicos y verdaderos creadores de las chalupas”. Como nosotros no somos historiadores, sino catadores de comida por excelencia, poco nos importan si son las originales o no, más bien nos guiamos por nuestro olfato.
Es así como terminamos entrando a La Chiquita y pedimos una orden de chalupas, 8 piezas por $75. Imagínense que tan ricas estaban que se me está haciendo agua la boca mientras escribo esto, solo no pedimos otra orden porque nos quedaban más lugares por recorrer. Pagamos la cuenta y nos dirigimos a La California.