Por: Comelón Mx

Comelones, no me dejarán mentir, este confinamiento nos ha tenido a todos con antojos de cosas dulces; y uno de los más peculiares, han sido las galletas. Amo la versatilidad de sabores y olores que se pueden crear tan solo con exquisitas masas llenas de mantequilla, azúcar, huevos, mucho amor y bastante creatividad.

Así que me puse en modo Comelón come galletas y me dejé consentir por diferentes propuestas que les prometo, se volverán un enorme y delicioso abrazo que podrán disfrutar desde casa. Aquí te dejo 9 proyectos que nacieron con una grandiosa misión: regalar apapachos en forma de galletas.

Rose es una repostera apasionada por crear deliciosos postres (neta lo son) bajo la filosofía del slow food, muestra de ello es su icónica galleta Fluffie, un verdadero agasajo: masa de vainilla rellena de malvaviscos, chispas de chocolate amargo y un toque de sal de mar. Me confieso fan de su textura chewey y suave, cero empalagosa, que se convierte en el mejor combo con un buen latte; les aseguro que en cada mordida sentirán apapacho y confort.

Un enorme antojo de galletas caseras y la gran inspiración de los kitchen moments con su abuela, hicieron que Betty experimentara con muchas recetas, hasta llegar a la deliciosa perfección de sus creaciones, 3 sabores muy puntuales: chispas de chocolate, chispas de chocolate con nuez y doble chocolate. Cualquiera de estas 3 delicias son capaces de hacer salivar al comelón más experto en la materia dulce; su masa es crujiente por fuera con un interior suave que me encanta. Por aquello de la indecisión, vale la pena probar las 3 y, ¿por qué no?, disfrutarlas en cualquier momento.

Las galletas de Moni me remontan a ese delicioso treat con el que te podías lucir llegando a una cena familiar o con amigos; pero como estamos guardaditos en casa, tendremos que disfrutarlas con un delicioso vasote de leche fría y en compañía de los comelones más cercanos. Su gran variedad de sabores (matcha, macadamia/chocolate blanco, choconuez, triple chocolate, brownie cookie, por mencionar algunos) y su tamaño perfecto, hacen que sea imposible comer solo una.

Este lugar, dueño de una enorme variedad de postres, fue un descubrimiento random en una app de food delivery, y vaya sorpresa la que me llevé al probar sus galletas de red velvet, chispas de chocolate y la majestuosa galleta de nutella; esta última en especial te invita a saborear lentamente cada mordida de su masa de chocolate, sentir la textura sedosa de la nutella derretida y lo crocante de las almendras. Lo delicioso de todas sus galletas es que tienen un balance perfecto de dulzor sin caer en lo empalagoso, dando como resultado el postre perfecto para aplicar una muy buena sobremesa.

Llevar a tus sentidos a la cocina de mamá o abuela, cuando horneaban postres en casa, a través de aquel antojo dulce, es el objetivo de este delicioso proyecto. Y es que se siente ese amor casero al disfrutar cada una de sus 4 versiones de galletas: chocochips, doble chocolate, doble chocolate con crema de cacahuate, y la famosísima Mónica Naranjo, un mix de doble chocolate y chocochips ideal para los indecisos.

Lo que amé de estas delicias es que tienen un toque de sal de mar que hace que cada bocado explote en la boca. Si son amantes del chocolate amargo, estas galletas son las indicadas, además de que serán un gran detonante de serotonina para esos días de bajón.

Marisol es una talentosa chef pastelera que hace magia en sus hornos. Dentro de su gran variedad de postres, destacan sus galletas, un enorme abrazo para aquel antojo de monstruo come galletas.

Desde sabores clásicos como chispas de chocolate, hasta versiones más locochonas como la de moras y cheesecake, aquí siempre habrá una opción perfecta para cada comelón. Una de mis favoritas es la golden milk, una galleta que resalta lo más reconfortante de esta bebida con cúrcuma.

Como todos unos hijos de la masa madre, Ricardo y su staff llegaron para divertirse con las masas, cuidando hasta el más mínimo detalle en todo lo que hornean, con solo un objetivo: romper el tabú de que las galletas son un “guilty pleasure”.

“No guilt, just pure pleasure” es la filosofía del lugar, una que a mí me va más que bien, así que cada que puedo, me doy gozo con sus 3 monster cookies: doble chocolate, chocolate/nuez y la veraniega de arandano/nuez/chocolate blanco. 160 g de amor, sabor, textura y chocolate, mucho chocolate. Estén pendientes de sus redes porque se viene algo brutal.

El confinamiento ha sido escenario de increíbles emprendimientos, tal es el caso de este par de comelones, que tras el aburrimiento y el amor por hornear en casa, decidieron darle protagonismo a su diminuto horno, en el cual se crean un sinfín de exquisiteces como por ejemplo sus galletas, que ya sea en versión normal, XL o rellenas, agasajan a cualquier estomago antojadizo.  Mis consentidas son las de cookies & cream y la de pretzel rellena con caramelo salado, los bites perfectos para amenizar una rica lectura desde la comodidad de la casa.

Migue y Dianitz aman cocinar, comer y compartir. En cada una de sus creaciones se puede saborear todo el cariño y pasión con el que hornean desde panes hasta galletas. Para llevar su sazón a otros hogares, decidieron emprender Masa Madre, una panadería en la que cada entrega es preparada como si fuera para un buen amigo o para alguien muy especial (aún que ni si quiera lo conozcan).

Mi recomendación es su deliciosa galleta de chocolate y mantequilla avellanada, que quizá no sea la más monchosa a la vista, pero cada mordida de esta crujiente delicia tiene un pedacito de corazón de sus creadores; ideal para tomarse un descanso del home office con una rica taza de café.