Aliere: Una puerta al mediterráneo

El restaurante en Puebla que nos demuestra que el amor a primera vista sí existe.

Aliere: Una puerta al mediterráneo

De par en par las puertas se abren para darte una probada de lo que te espera: un espacio lleno de luz, dominado por los colores claros que promete toda una experiencia. Pasas por un pasillo en donde, fuera de sus ventanales, se asoma una terraza en la que parece que siempre es verano; caminas cerca de la barra por la que el mixólogo en turno hace alquimia y por fin llegas a tu mesa, colocada en un salón iluminado en donde reposa un piano. La carta llega a tus manos. 

Sabores del mediterráneo, cócteles, una panadería exquisita y otro montón de sorpresas para el paladar te aguardan. Estás en Aliere y acabas de comprobar que el amor a primera vista sí existe. 

Aliere es el resultado de una transformación. Una versión más fresca y mejorada de Atelier, un restaurante dedicado a la comida española que cerró sus puertas en 2020. Con un lienzo en blanco en las manos, Angelina Lanzagorta, la mente detrás de este proyecto gastronómico, decidió salir de las costas españolas para expandir su cocina al resto del mediterráneo, una zona con “sabores un poco más ligeros y amigables. Abarcamos más regiones: Italia, Francia, el Líbano, Grecia”. 

Pero esta transformación no se quedó solo en la cocina. “Buscábamos un espacio que fuera una extensión de nuestra casa; nos gusta recibir a amigos y familia, que se sientan cómodos. Eso es lo que buscamos, que si estás saliendo de tu casa tengas un momento de apapacho”. Darle calidez a un sitio no es tarea fácil, por suerte tampoco es imposible. 

Para hacerlo Aliere reunió varios elementos, empezando por su espacio, diseñado por Luis Othon Villegas Solís, arquitecto de Guadalajara especializado en bares y restaurantes. Aquí cada área está pensada para diferentes comensales: terrazas para quienes disfrutan del aire libre; mesas para disfrutar de algún bocado con toda la calma del mundo; una barra para echarte un trago en el momento indicado; una terraza híbrida cuyo techo se abre y se cierra según el clima lo permita y un área de juegos para niños. Como bien menciona Angelina: “ambientes cuidados, relajados”. 

Espacios así solo se pueden mejorar con una atención igual de cuidada. El equipo al frente de Aliere busca que tu experiencia sea buena de principio a fin. Mientras que tras las bambalinas, detrás de las barras y en la cocina, trabajan para que cada detalle sea perfecto, dándole especial cuidado a sus procesos.

En Aliere casi todo se hace de cero: mermeladas, salsas, pastas, helado, pan. “Solo nos falta la granja detrás de la cocina para tener más frescos los productos […]  Eso es parte de la cocina, estamos buscando darte todo con ingredientes originales y todo perfectamente bien ejecutado”.

Y vaya que lo logran. Para desayunar en Puebla, Aliere es una maravilla. Nada como comenzar el día con su panadería hecha en casa con masa madre, horneada al día para garantizar su frescura: su kouign amann, su Croissant Aliere acompañado de mermelada de temporada, su Pan Francés relleno de queso mascarpone acompañado de frutos rojos. Todas joyas. Pasando lo dulce te recomendamos probar sus Huevos Griegos, con una base de estofado de jitomate, pimientos rostizados, jocoque y zaatar, con un pan naan para acompañar; o los Huevos Rotos, pochados o estrellados, con chorizo ibérico, morcilla y panceta, sobre una base de papas gajo.   

En las tardes, para comer, las opciones también son muchas. El Carpaccio de Calabacín, hecho con finas láminas de calabacín salteadas en aceite de trufa blanca, con almendra tostada, queso grana padano y ceniza de aceituna negra es una gozada; al igual que su Castellana de Ajo, con fondo de jamón serrano, ajo rostizado, guindillas y huevo al hilo o uno de nuestros favoritos, el Lechón Aliere, una troncha de lechón deshuesado, preparado en cocción lenta con salsa cazadora acompañado de vegetales y hongos cremini confitados. 

A diferencia de Atelier, Aliere decidió acompañar a sus invitados del desayuno a la comida, con un horario de 07:30 a 18:00 horas, de martes a domingo. Aunque eso sí, los hábitos diurnos de Aliere no le impiden manejar tanto destilados como cócteles. Aquí se puede alzar la copa desde temprano gracias a tragos como el Marrakech con cachaza Pitu Macerada en granos de café, limón verde, licor de vainilla, anís y granos de café; el Sidecar Spice, con Cognac Martell VSOP, Ancho Reyes y jugo de limón; el Spritz Citric con mezcal, limoncello, cordial de hoja salta y vino espumoso spritz seco; o el Cosmopoliere, un clásico reinventado, Martini cosmopolitan con vodka, jugo de arándano, jugo natural, jugo de limón, un toque de jengibre y licor de mandarina.

Aliere lo tiene todo. Sin duda este es uno de los espacios más bonitos de la Ciudad de Puebla, su cocina es interesante y ya te presumimos hace unas líneas lo que se crea en su barra. Aliere dice que esta es una experiencia que no termina, y no podemos estar más de acuerdo. Una visita es suficiente para querer llevarte todo a casa, algo que pronto será posible. Pero por lo mientras toca disfrutar en sus mesas y desear que esta experiencia nunca termine. 

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