En las tardes, para comer, las opciones también son muchas. El Carpaccio de Calabacín, hecho con finas láminas de calabacín salteadas en aceite de trufa blanca, con almendra tostada, queso grana padano y ceniza de aceituna negra es una gozada; al igual que su Castellana de Ajo, con fondo de jamón serrano, ajo rostizado, guindillas y huevo al hilo o uno de nuestros favoritos, el Lechón Aliere, una troncha de lechón deshuesado, preparado en cocción lenta con salsa cazadora acompañado de vegetales y hongos cremini confitados.
A diferencia de Atelier, Aliere decidió acompañar a sus invitados del desayuno a la comida, con un horario de 07:30 a 18:00 horas, de martes a domingo. Aunque eso sí, los hábitos diurnos de Aliere no le impiden manejar tanto destilados como cócteles. Aquí se puede alzar la copa desde temprano gracias a tragos como el Marrakech con cachaza Pitu Macerada en granos de café, limón verde, licor de vainilla, anís y granos de café; el Sidecar Spice, con Cognac Martell VSOP, Ancho Reyes y jugo de limón; el Spritz Citric con mezcal, limoncello, cordial de hoja salta y vino espumoso spritz seco; o el Cosmopoliere, un clásico reinventado, Martini cosmopolitan con vodka, jugo de arándano, jugo natural, jugo de limón, un toque de jengibre y licor de mandarina.
Aliere lo tiene todo. Sin duda este es uno de los espacios más bonitos de la Ciudad de Puebla, su cocina es interesante y ya te presumimos hace unas líneas lo que se crea en su barra. Aliere dice que esta es una experiencia que no termina, y no podemos estar más de acuerdo. Una visita es suficiente para querer llevarte todo a casa, algo que pronto será posible. Pero por lo mientras toca disfrutar en sus mesas y desear que esta experiencia nunca termine.