24 horas en el Centro de Puebla

Come, visita y vive el Centro de Puebla

24 horas en el Centro de Puebla

Roma no se construyó en un día, Puebla tampoco. Siempre que vamos a visitar una ciudad nueva, o incluso a ser turistas en la propia, abundan tantos planes y recomendaciones que terminamos en las mismas: sin saber qué hacer y mucho menos a dónde ir. Pero no te preocupes, que para eso estamos nosotros. 

Puebla es una ciudad espectacular, y no lo decimos porque vivimos aquí. No por nada en 1987 la UNESCO agregó al Centro Histórico de Puebla a la lista del Patrimonio Mundial gracias a los edificios que desde hace casi 5 siglos vigilan estas calles, a las historias que se esconden entre sus paredes y al aire barroco que inunda la ciudad.

Si tienes estas planeando ver todo esto con tus propios ojos, te hemos preparado un plan de 24 horas para disfrutar del centro como un local; desde dónde comer hasta qué visitar. Para cerciorarnos de que este plan es infalible, invitamos a Alfredo de La Ruta del Brujo, un aventurero que se dedica a explorar varios rincones del país. De hecho, si quieren ver lo que piensa, vayan a nuestro Instagram a ver el Reel que hicimos juntos; y si más bien quieren ver el plan de 24 horas, aquí se los dejamos. 

¿Dónde comer?

Lo primero es lo primero. Con hambre nadie funciona, y después de un viaje largo o corto —la verdad es que poco importa—, lo que queremos es que nos consientan, es por eso que empezamos con Restauro, un comedor urbano que habita en una de las arterias más vivas del centro: a unos pasos de la Catedral y a unos metros del famoso Callejón de los Sapos

En Restauro hallarás una cocina deliciosa inspirada en los sabores de Puebla a cargo del chef Carlos Allende. El mole aquí es delicioso (después de catar en un sinfín de lugares, te podemos asegurar que este es uno de nuestros favoritos), y aquí lo podrás degustar en su versión más clásica, bañando una pieza de pollo, o mejor aún, bañado un medallón a la parrilla. Si prefieres algo menos condimentado, los Tacos de Pato son otros imperdibles, salteado en poro y acompañados de betabel frito, cilantro y salsa de mango con cacahuate. 

Su coctelería es también una delicia. En la barra de este amante del centro encontrarás clásicos de la coctelería reinventados, como el Restauroni o el Mojito Verde con jugo de manzana, té verde, limón jarabe natural, Amarás joven Tobalá y hierbabuena.


¿Qué hacer?

Ya con algo en el estómago, es hora de turistear, aunque la verdad es que turista o no, la siguiente parada es un must para todo el que ande en territorio poblano. A unas cuadras de Restauro está el Museo Amparo, una casona antigua remodelada que resguarda una mezcla del arte y la cultura del ayer, del hoy y de toda la vida. 

De cajón aquí encontrarás una amplia colección de Arte Prehispánico (de hecho cuentan con uno de los acervos más importantes en México) y otra de Arte Virreinal con obras de los Siglos XIX y XX. Las salas que están en constante movimiento son las de Arte Contemporáneo, las cuales han recibido a artistas como Cisco Jiménez, Tatiana Bilbao, Yoshua Okon y al Dr. Lakra.

Después de echarte las salas del museo, que no son pocas, te recomendamos subir a su último piso en donde encontrarás su cafetería y terraza, dueña de una de las mejores vistas del Centro de Puebla.


¿Dónde echarse un café?

Pues, un cafecito ¿no? En Oca vamos sin prisa porque sabemos que así es como se disfruta la vida. Para darle un respiro a los pies después de recorrer las calles de Puebla, nada como una taza de café. A 10 minutos caminando del Museo Amparo, ya en El Carmen, encontrarás Tú y yo café, una cafetería de especialidad que cada mes experimenta con cafés diferentes.

Aquí por te garantizamos que tu paladar no va a parar de asombrarse. El amor por esta sagrada semilla es cosa seria, y se nota desde el empeño que ponen por buscar una calidad impecable hasta la pasión y el tiempo que invierten en experimentar con esta bebida. No por nada el año pasado ganaron el 6to lugar en Taza en la Novena Competencia de Brew Bar.  

Si bien su café es una delicia, te recomendamos echarle un ojo a su carta de Mocktails, en donde encontrarás mezclas como Pasión, una infusión de jamaica, clavo y canela mezclado con cold brew concentrado, o el Espresso Tónic, con espresso, agua tónica y limón. Los postres también son una auténtica delicia, y decimos auténtica porque quizás en ningún otro lugar encuentres algo como su galleta de maíz azul, por ejemplo, que en cuanto la pruebes desbloqueará para ti un nuevo tipo de antojo dulce.


¿Dónde cenar?

El cielo comienza a oscurecerse. El Café, en vez de saciarte, te abrió el apetito y ahora es tiempo de regreso a los Sapos para cenar como se debe. En el Hotel Boutique Casona de los Sapos, ubicada en el vibrante corazón del Centro, encontrarás Maizal, el último tributo de Daniel Nates a Puebla, a su tierra, territorios y cocina.

En cada platillo Nates te invita a descubrir Puebla no sólo a través de sus sabores, sino de sus ingredientes y elementos, los cuales son reinventados y transformados en propuestas únicas de la gastronomía de la ciudad, ¿el resultado? Joyas de la cocina poblana contemporánea como su icónico Quiltamal, un tamal hecho con quelites, pinole de frijol y hojas de aguacate, platillo que en el 2016 lo hizo acreedor al premio S.Pellegrino® Young Chef Latinoamérica. De su cocina también se desprenden maravillas como su Burrata artesanal, de quesillo oaxaqueño acompañada de ensalada de vainas, menta y limón amarillo; o su Carlota de Cítricos Negros, un postre que parece imposible, pastel de toronja, naranja, mandarina y limón amarillo con merengue de chogosta con limón negro.

Para mejorar aún más tu experiencia, te recomendamos visitar Herbario Maizal, una menjurjería creativa que hacer magia en su barra. Cócteles que bien podrían ser remedio de boticaria.


¿Dónde hospedarse?

Como seguramente ya lo notaste, el Centro de Puebla tiene un encanto único. En las cuadras que comprenden esta parte de la ciudad se mezclan la historia, la tradición y lo contemporáneo, y es justo ahí, imersx en esa energía en donde ahora descansarás.

Milo Collection Hotel, una casona del siglo XIX que se transformó en uno de los hoteles boutique más bonitos del Centro de Puebla. Dentro de este hotel boutique, incluyendo por supuesto las 11 habitaciones que ofrece, cada detalle cuenta una historia: tuberías de barro de antaño expuestas en los pasillos, puertas restauradas, pisos antiguos, frescos en las paredes.

Pero la magia de Milo no está sólo en la nostalgia, aquí buscan de verdad que cada momento te sea placentero y para eso tienen varios ases bajo la manga. Habitaciones habilitadas para personas mayores y personas de movilidad reducida; Alexas en cada cuarto; un compromiso tremendo por cuidar el medio ambiente; la libertad de llevar a tu mascota; unas vistas espectaculares a la Catedral y a la cúpula de la Iglesia de la Soledad y una ubicación privilegiada, cerca del Museo Amparo y del Zócalo de la ciudad.


¿Dónde desayunar?

Puebla se despierta lento, sin prisas. En las mañanas la paz es tal que olvidas que estás en el corazón de una urbe tan viva como la nuestra. Después de un buen rato decides salir de la cama y al dar el primer paso, tu estómago ya te esta exigiendo que lo consientas. Es tiempo de disfrutar la comida más importante del día.

Sobre la 2 sur, a unos pasos de Milo, está Santóua, un lugar perfecto tanto para celebrar un día especial, como para hacer especial cualquier día. El espacio que habita este paraíso gastronómico es pura miel para los ojos: un árbol en medio del patio, rodeado de mesas y lleno de luz. Su cocina es igual de espectacular: sabores poblanos que se mezclan con platillos internacionales.

A partir de las 09:00 h puedes ir a disfrutar de sus deliciosos desayunos, como su Omelette Mariola, relleno de queso de cabra y servido sobre una cama de aguacate, con top de salmón ahumado, salsa estilo asiática, tomates cherry y chips de camote, o su Pan Francés, relleno de cajeta y Nutella, decorado con frutos rojos, salsa de chocolate y crema batida. Las opciones son muchas y todas, una gozada.


¿Qué visitar?

El Centro de Puebla tiene un montón de rincones en dónde perderse, pero si vienes de visita o le sirves de guía turístico a alguien hay algunas paradas que son obligatorias.

Empecemos por la más obvia, la imponente Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, mejor conocida como la Catedral de Puebla. Esta joya arquitectónica tomó tan solo 75 años en ser construida, comenzando en 1575. Una fachada renacentista hecha con cantera gris del Cerro de Guadalupe y un interior barroquísimo con 14 capillas laterales que te guían al Altar de los Reyes. Un espectáculo visual.

Otro imprescindible de tu visita es el famosísimo Callejón de los Sapos, el cual toma su nombre de aquellos días en los que el Río San Francisco se desbocaba e inundaba las calles, propiciando así un espacio perfecto que los sapos tomaron como hogar. En este Callejón habitan, además de miles de historias, antigüedades y artesanías, además de que cada fin de semana y días festivos, alberga un tianguis que inyecta de vida sus cuadras.

Junto a este par de opciones también está el Parían, rebosante de arte; la Biblioteca Palafoxiana; el mercado de Analco y otro gran etcétera que darían para otro artículo.


Puebla es una aventura, una que te espera con los brazos abiertos sin importar quien seas. Si vienes de visita, bienvenido. Si ya vives aquí, ¿qué esperas para descubrir los rincones que esconden sus calles?

Te puede interesar