El cerro de Centepec, el cerro único, el cerro de San Juan, La Paz. Sin importar el nombre, este gigante ha vigilado Puebla desde el principio y la ha visto evolucionar. Cambios políticos, sociales, culturales, de todos ha sido testigo este barrio, en el que se conjuntan muchas de las propuestas gastronómicas más exquisitas de la ciudad.

Restaurantes que de tantos años que llevan aquí ya son nuestros, propuestas jóvenes de emprendedores poblanos que apuestan por una de las zonas con mayor historia de la ciudad, hay de todo y para todos.

La Paz siempre ha sido y será uno de los núcleos sociales y culturales de Puebla. A continuación te presentamos algunos de los espacios que se han encargado de que asó sea.

Un oasis en medio de la ciudad.

Todos necesitamos un descanso y qué mejor que acompaña- do de un café. Dominica 19 es un espacio que se creó con esa finalidad: pausar el ajetreo y relajarse, todo con una buena taza de café, un delicioso bocadillo y hasta un arguile.
Este oasis inició en el barrio de la Paz, donde su terraza acabó por convertirse en una de nuestras favoritas, no sólo por el ambiente, sino porque aquí nuestros amigos caninos son más que bienvenidos.

A más de dos años de haber iniciado este proyecto, Amanda y Efrén (sus creadores), abren ahora las puertas de Dominica Cholula, otro pequeño oasis, ahora en la ciudad poblada más antigua de América.

Pasta artesanal inigualable.

La Piccola es una leyenda viviente en la gastronomía poblana. Con más de 26 años de experiencia, no sólo son una referencia en Puebla, sino uno de los lugares más ricos para comer y que se ha vuelto el favorito de varias generaciones de poblanos.
Este pedacito de Italia en nuestra ciudad se ha ganado un lugar en nuestros corazones con las especialidades de Don Gino, quien en su fabriquita artesanal, crea la pasta que será la base de todos sus platillos.
Sólo los grandes perduran y La Piccola es uno de ellos. Ttras todo este tiempo, es tal y como su nombre la describe: nostra.

Los primeros siempre serán los mejores.

Antes de que cualquier otro lugar en Puebla se llamase a sí mismo barbería, ellos ya estaban dando este servicio clásico con un toque contemporáneo. Por algo lo llevan en el nombre. Un ritual básico del cuidado personal, ellos lo mejoraron y le dieron un toque único. Uniendo lo vintage y nostálgico de las barberías de antaño con toques actuales, La Barbería ha ofrecido a los caballeros de Puebla una experiencia completa.

Así que ya sabes, disfruta un whiskey o una cerveza, recuéstate en sus cómodas sillas y deja tu barba, bigote y cabello en las mejores manos de la ciudad.

No hay peor ciego que el que no quiere beber.

En las primeras décadas del siglo XX, cuando se dio la prohibición del consumo de alcohol en Estados Unidos, surgieron los speakeasy: lugares secretos, a puerta cerrada y exclusivos a los que sólo se podía acceder con un código.

En El Ciego recuperaron este concepto, lo adaptaron a nuestra época y nos dieron uno de los mejores bares de la ciudad.

Para ingresar necesitas el código correcto. Dentro, te podrás dejar consentir por sus alquimistas, que seguramente tendrán el trago que necesitas. El espacio perfecto para disfrutar de buena música, un stand up, de una plática o simplemente de un buen drink.

Un viaje como ningún otro.

Mucho más que un restaurante, Prasann es una experiencia, un auténtico recorrido por sabores y culturas de oriente que hacen de este lugar algo único en nuestra ciudad. Podrá ser que encuentres restaurantes de cada uno de los países que componen su carta, pero ninguno que los reúna en un mismo espacio.

Con el chef Martín Hernández al frente, este local te llevará a Tailandia, China, Japón, Vietnam, Filipinas e incluso un poco de Medio Oriente a través de sus platillos, que deciden no quedarse en las recetas tradicionales y hacer propuestas o combinaciones arriesgadas.

Prasann es además punto de encuentro: su vista los convierte en el espacio ideal para una comida o una cena con amigos, y los brunch que organizan los fines de semana son ya legendarios.