Nezumi Sushi. El restaurante japonés de foodies para foodies

El sabor nipón que habita San Manuel

Nezumi Sushi. El restaurante japonés de foodies para foodies

Sin duda alguna la pandemia fue un parteaguas para todos. Hay un antes y un después, y como todo en la vida, tuvo sus contras (casi todo) y sus pros (pocos pero bastante gratos), entre esa pequeña lista de cosas buenas, destaca el nacimiento de Nezumi, un restaurante de cocina fusión que reinventa la comida japonesa para consentir al paladar poblano. Un proyecto que prosperó en una de las épocas más complicadas de Puebla. Un espacio que actualmente es un favorito de San Manuel, de los amantes del buen comer y de lxs fanáticxs del sushi.

 Nezumi ha tenido varias casas, la más reciente está en San Manuel, sobre el Boulevard 18 sur, cobijado bajo el número 5537. El lugar es cálido e invita a pasar a sentarse, la comida es deliciosa, sin pretensiones, pensada para llenar sin sentirse hastiado. De hecho, si le pones atención a los detalles, es notorio que el comensal está muy presente en las decisiones del proyecto, un enfoque que sin duda es gracias a Ivette y a Abraham, los socios, chefs y pareja que en 2020, en medio de la pandemia, arrancaron esta cocina. 

“Lo primordial para nosotros es el cliente, el comensal es lo más importante, cuando haces eso, cuando pones a tu cliente primero, ya todo lo demás viene. Si tu le pones atención, obviamente va a decir: ‘me encanta ir, que me rinda bien y todo’, y va a estar viniendo seguido”, nos dice Ivette.

Y es que tanto Abraham como Ivette, ambos foodies, tuvieron un acercamiento muy único a la tradición culinaria japonesa. Ivette, por ejemplo, tuvo un contacto desde pequeña “Mi abuela trabajó en un restaurante de comida japonesa y yo le empecé a ayudar a los 12 años, le ayudaba en vacaciones y así fui aprendiendo; mientras estudiaba, trabajaba. Siempre me dediqué al servicio, fui mesera, estuve en cocina también y siempre había tenido la intención de un negocio de comida” 

Por su lado, Abraham tuvo un acercamiento algo extraño, como él mismo dice. “Mi primer acercamiento fue en un supermercado, tienen ahí sus charolitas y todo, pero solamente era como preparar algo y ponerlo en exhibición, ahí empezó”. El gusto fue creciendo, y de la comida, Abraham se pasó a la cultura, desde el karate hasta el animé, se enamoró de Japón.  

“Me gusta el sushi, me gusta esta parte de hacerlo, de elaborarlo. Todas las cocinas tienen su exigencia, pero en este caso el sushi es como muy artesanal, como que tienes mucho cuidado en la presentación, en realizar el rollo […] también era como de, ay mira, se ve muy padre, se ve muy estético […] y creo que precisamente su gastronomía es así, es muy cuidada.”

Mientras Ivette y Abraham se desarrollaban en las cocinas, sin conocerse todavía, en su cabeza ya se gestionaba un proyecto. El trabajo los juntó, el tiempo los unió y en 2020 cayó la emergencia sanitaria que nos mandaría a todos a casa. En ese momento ambas ideas se mezclaron y comenzaron a materializarse. 

“Más que nada fue por necesidad, porque nosotros estábamos trabajando, pero con la pandemia pues sí, nos afectó a muchos”. Surgió la idea de hacer sushi en casa, ofrecerlo a gente de confianza. “Hicimos una publicación en Facebook, pero solamente con amigos.” Postearon una foto, una charola familiar y la aceptación fue buena.  “Oye, ¿a poco la vendes? ¿Cuánto cuesta esto? […] fue así como empezamos a vender”.

Primero Abraham renunció para meterse de lleno a la entonces dark kitchen, pero el éxito fue tal que al par de semanas, Ivette siguió sus pasos y se dedicaron por completo a Nezumi. Con la cantidad de pedidos, la idea de abrir un local fue casi en automático. El lugar fue San Baltazar. Y de ahí un montón de casualidades harían que brincaran de local en local, de San Baltazar a San Manuel hasta encontrarse con el 5537 del Boulevard 18 sur, en donde regresaron al formato de dark kitchen

Al lado de aquel local había una cafetería. Por puro azar o suerte, las personas de aquella cafetería iban a mudarse de zona. La oportunidad surgió y la pareja logró que les traspasaran el local. Y qué mejor día para inaugurarlo que un 10 de mayo. Una camotiza (uno de los mayores miedo y placeres de un chef) les daría la bienvenida a esta etapa.

El constante ajetreo en la cocina hizo que el equipo creciera. Gente joven con ideas frescas. “Algo importante que digo siempre, que se lo he dicho a ellos, es que sin colaboradores no tienes restaurante: ‘Saben chavos que sin ustedes nosotros no podríamos hacer esto’”

Este equipo, de la mano con Ivette, una fuerza apasionada, “atrabancada” como ella se describiría, y Abraham, una persona dedicada y precavida, han encontrado un balance, un “equilibrio entre lo que ella quiere, el ay sí, vamos a vender muchísimo y yo, de decir, bueno, hay que ser precavidos, entonces como que ahí nos hemos compaginado también en el negocio”. 

Una fórmula infalible para crear una experiencia que apapacha el paladar. La carta de Nezumi es amplia, para todos hay. Por supuesto que está el sushi, que Abraham trabaja con una dedicación que pocos tienen. De sus manos han salido cosas como el Culichi Roll con aguacate, filete de res, queso crema y camarón empanizado por dentro, por fuera va empanizado y frito, coronado con queso gouda gratinado, spicy mayo, salsa de anguila y topping de cebollín, un rollo que fue creado ya que, como dice Abraham, muchas veces llegaban clientes con la idea de que el sushi no llena, así que se le ocurrió meter este coloso a la carta. 

Otros favoritos, tanto de Nezumi como de Oca, es el Dynamita Roll, un rollo con ensalada dynamita de algas y cangrejo por fuera, cubierto de camarón al tempura, spicy mayo, salsa de anguila y ajonjolí tostado. O, si te gustan fritos, el Sake Furay relleno de aguacate, queso crema, chipotle dulce, cebollín y surimi, cubierto de salmón fresco empanizado y frito. 

Si por alguna razón lo tuyo no es el rollo, entonces date un clavado en su sección de noodles, los cuales fueron en un inicio pensados para acompañar y resultaron ser la obsesión de sus comensales. Aquí hay 4 opciones, el Spicy Udon Camarón, con zanahoria, cebollín y brócoli salteados, fideos y aderezado con spicy cream; el Teriyaki Udon Pollo, aderezado con teriyaki de la casa; el Udon Mixto, con pollo, filete de res, camarones, zanahoria, cebollín, brócoli y champiñones salteados, fideos, aderezado con salsa Teriyaki de la casa; y el Teriyaki Udon Res, con filete de res. Y como recomendación extra, no duden en probar sus Poke Bowls, una opción fresquita y personalizada, ya que tú escoges tus verduras, proteínas, frutas, semillas y aderezo.

Todo lo más fresco posible, sin escatimar en insumos. “Nos ponemos del lado del comensal y de la calidad, y de verdad que todos nuestros clientes, eso es lo que nos valoran”. Han hecho un trabajo inmenso para hacer que todo tenga el mismo sabor y por ende la misma calidad de siempre. Un trabajo que tanto tienen en las cocinas como en su barra de bebidas, de donde salen sus Sodas, todas preparadas con frutas naturales. 

Con este calor, una Limonada Fresa-Menta con fresa, limón, menta, macerados y agua mineral o la Soda Akai, con arándano, fresa, frambuesa y moras. Pura joyita para disfrutar junto con tus rollos o pastas.

Siempre lo hemos dicho, detrás de un buen restaurante hay un gran chef o un foodie de buen diente. Aquí estas 2 figuras se reúnen. Abraham e Ivette llevan toda su experiencia, tanto la que han desarrollado al lado de la estufa como la que han recaudado sentados en la mesa, para crear un proyecto creado para complacer. 

“Si yo sé que hay un lugar donde voy a comer bien y va a ser bueno el ambiente, la atención, todo, pues ya no tienes que luchar contra nada más, […] afortunadamente siempre hemos tenido esa chance de ir cada vez mejor, y pues nos ha servido también para brindarles a los clientes un mejor espacio”. 

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