El éxito está en la pasta

La Piccola Nostra

“En 23 años han abierto y cerrado una cantidad de restaurantes como no te imaginas ¿Por qué cierran? Normalmente porque el dueño no es restaurantero, sólo alguien con dinero que decide abrir un restaurante. El chiste no es abrirlo, lo complicado es mantenerse”. No cualquiera podría decir palabras como éstas, pero al creador de La Piccola Nostra, la vida y la experiencia le dan toda la autoridad para hacerlo.

 

Don Gino pronto celebrará 24 años del mejor restaurante de comida italiana en Puebla. La historia de este lugar va inevitablemente ligada a la de su creador: en 1959 y con tan sólo 20 años, Don Gino comienza lavando trastes en un hotel en Alemania; para después ser conserje nocturno de un hotel en Bélgica, y luego convertirse en recepcionista del Kensington Palace, en Londres (donde, entre muchas cosas, vio a los Beatles en vivo). La vida lo llevó de vuelta a su natal Italia, donde trabajando para una agencia de viajes acabó encontrándose con México. Ya aquí, trabajó en importantes puestos en los mejores hoteles de la época: el Princess en Acapulco; el Presidente Chapultepec y el María Isabel Sheraton de la Ciudad de México; el Hotel Xalapa y, finalmente, Bodegas del Molino en Puebla.

“Para un restaurante italiano la base de todo es la pasta. Puedes hacer una salsa muy rica, pero si la base no sirve, el platillo no está completo”

Esa es la principal razón por la que en La Piccola Nostra hacen de forma artesanal su propia pasta, en una pequeña fabrica a la vista de todos en el restaurante. Pero lo anterior es sólo el principio. Tanto la experiencia de los viajes, como la de los trabajos y la constante consciencia de la importancia de escuchar al comensal (“la mayoría de los clientes siempre me decía: ‘tráeme algo con chile, algo picoso’”) ha hecho que en el menú exista una sección muy especial: La Specialità de Don Gino, combinaciones únicas, inspiradas en diversos platillos y países, que el originario de Nápoles ha hecho para el restaurante. Ravioli de Chile Poblano, con Flor de Calabaza, con Queso de Cabra y Salsa de Chile Pasilla o el Spaghetti Picosito, son tan sólo algunas de esas especialidades ¿Nuestra favorita? El Ravioli Dominó.

Celebrando 24 años, La Piccola Nostra y su creador, son un ejemplo, no sólo para cualquier restaurante que se precie de ser único y de querer sobrevivir al tiempo, sino para cualquier persona que quiera descubrir que la buena vida está en los consejos de Don Gino: “hay que ser disciplinados, hacer de todo y hacerlo bien; hay que comer bien y hay que viajar, viajar mucho”.

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