Mala mano para las plantas
Suelo Semilla

Mi pan de cada día. Aún no me atrevo a establecer estadísticas de aquellas personas que me dicen no tener buena mano para las plantas o un pulgar verde y mágico que los ayude en el camino, pero para ser sincera más del 50% entran en ese grupo. ¿Mi misión? Hacerles saber que este es el más grande mito.
Constantemente se habla de esta analogía en la que comparan al cuerpo humano con una planta. Y para ser honesta, de alguna manera es cierto. Las plantas, así como los humanos, también toman agua, gastan energía, establecen relaciones con otras plantas, reaccionan a estímulos, les gusta su espacio, usan calzado a su medida, en fin, a lo que voy con esto es que por más que pensemos que no tenemos buena mano para las plantas, la verdadera razón de nuestros fracasos con las ellas es que desconocemos todos estos factores y detalles.

Hablar de plantas es en sí un tema mega diverso. Existen aspectos que pueden pasar desapercibidos gracias a su simpleza, como que por ejemplo los ciclos de vida son todos diferentes; una lechuga cumple su ciclo y muere en tan solo 4 meses mientras que un árbol de aguacate comienza a dar fruto a partir de su quinto año de vida.
Seguramente has ido a un vivero y compras muchísimas plantas, tal vez te digan la típica “riega tres veces a la semana” y listo, te sueltan al mundo plantil sin más herramientas. Llegas a casa, la pones donde te gusta cómo se ve y a los dos días oh oh, primeras señales de que algo no sale bien: se ponen tristes, amarillas, y de pronto no lucen tan lindas como en el vivero ¿apoco no?