The Bear: para los amantes de la cocina y las buenas historias

Por Alejandra López

Comida, grasa y mucha intensidad son algunos de los ingredientes que componen The Bear, una serie creada por Christopher Storer en la que en tan solo 8 capítulos nos trae una historia brillante en donde la cocina y las relaciones humanas son las protagonistas. 

La historia es simple: Carmen, un chef prodigio interpretado por Jeremy Allen White, regresa a hacerse cargo del restaurante familiar después de la repentina muerte de su hermano. Y digo simple porque en una época en donde estamos tan acostumbrados a las historias con tramas mega elaboradas, efectos especiales y superhéroes, esta serie nos demuestra que a veces menos es más y algunas de las mejores historias transitan en lo cotidiano. 

A lo largo de la serie, vemos cómo el protagonista intenta convertir a The Original Beef, en un restaurante rentable, organizado y con un modelo de brigada francesa, uno de los más utilizados en los Fine Dinnings. Y es que otra de las virtudes de esta historia es su manera de abrirnos una ventana a un mundo desconocido, caótico y emocionante: el de las cocinas. 

Son pocas las personas que conocen qué hay detrás de su restaurante favorito, menos aún detrás de los restaurantes más famosos . The Bear nos deja echar un vistazo al mundo de la alta cocina a través de varias referencias gastronómicas, empezando con que Carmen, antes de ir al rescate del negocio familiar, trabajaba en Noma, considerado el mejor restaurante del mundo y el cual (en la vida real) anunció a principios de este año que cerrará sus puertas en 2024. Como si fuera poco, también nos dan a entender que este chef ganó el premio culinario James Beard y fue discípulo de Thomas Keller y Rene Redzepi. Como dije, todo un prodigio. 

Sin embargo, hay que aclarar que la serie no gira en torno a este universo de las estrellas Michelín, sino todo lo contrario. En el restaurante familiar especializado en el Italian Beef no les puede importar menos la vida que dejó atrás Carmen. Bueno, a todos excepto a Sydney, la nueva integrante del restaurante y la única que entiende la importancia del Chef en el mundo gastronómico. Como ella, The Bear está lleno de personajes tridimensionales, los cuales no tienen que decir literalmente sus sueños y preocupaciones para que los entendamos, haciendo evidente lo bien hecho que está el guión, las actuaciones y la dirección. Aunque digo, la tensión que te hace sentir todo el tiempo nos lo deja más que claro. 

De hecho, esto último es de lo que más se ha comentado en torno a la serie y puedo decir que es impactante cómo logran transmitir lo intenso, frenético y estresante que pueden llegar a ser las cocinas, siendo el capítulo 7 el culmen de todo este caos. Tomas cerradas, un plano secuencia que fue filmado 5 veces y 18 minutos que te hacen aguantar la respiración hacen de este episodio uno de los mejores que he visto en mi vida. 

The Bear es, sin duda, una serie que los amantes de la comida y las buenas historias tienen que ver. Sobre todo porque además de todas las flores que ya le eché, las tomas de comida son exquisitas, dejándonos con hambre no solo de sus famosos sándwiches, si no de series que nos hablen de emociones tan universales y humanas, y de una manera tan emocionante como esta.