¡Viva la Revolución mexicana! ¡Viva los puentes! Este lunes 18, si no nos fallan las cuentas, es el último puente del 2024 y hay que aprovecharlo. Con todo el caos del día a día para muchos de nosotros es casi imposible salir a desayunar con calma y ya que andamos por aquí, te dejamos 10 lugares para gozar tu mañana libre.

Cuidarte y cuidar al mundo. Honu es un restaurante que se preocupa por el bienestar y el goce de todxs a través de la comida, específicamente, del primer bocado del día. Inspirados en Hawai, este espacio fresco, relajado y acogedor nos tiene platillos como el Pan Francés con masa madre o sus Banana Pancakes, con harina de avena y compotas naturales. Si quieres algo salado, está su Classic Toast, con pan de masa madre, espinaca, aguacate, huevo y tomate cherry; o su Quesadilla, en tortilla de chipotle o espinaca con queso manchego, pollo a las finas hierbas, espinaca, pimiento, aguacate y pesto de tomate.  

Las mañanas en Cholula son más lentas gracias a lugares como Ágape, un restaurante que busca apapachar a sus comensales con los insumos que trae cada temporada. En este espacio ubicado en la 6 norte todo está hecho con amor y se siente a la primera mordida, ejemplos sobran: sus Buttermilk Pancakes con crema montada de vainilla, compota de fresa y fresas frescas; su Grilled Cheese con quesos en pan brioche con un toque de pesto de albahaca acompañado de crema de jitomate rostizado; o para más en la tarde, su Kebab de cordero, con hummus de chipotle, cebollas al vapor, tahini, cilantro y menta todo dentro de un pan pita.  

El Supremo Café & Tocino está en la mente de cualquier amante de las mañanas. La clave para desayunar sabroso en cualquiera de sus 4 sucursales es no tenerle miedo al éxito, a las cantidades vastas y romper las reglas del desayuno. Échate unos Hot Cakes de la casa, untados en Nutella, con trozos de fresa, plátano, crema batida y azúcar glass; o pídete un Sándwich de Mac n’ cheese, 2 pisos de macarrones con salsa de queso cheddar, tocino curado y ahumado con aderezo BBQ y mayonesa chipotle; o unos Molletes con chamorro adobado, frijol, queso suizo americano y pico de gallo. Las opciones son muchas y el hambre no es poca. 

Si el puente te agarra en el Centro y además tienes visitas, seguro que el Hotel Colonial se vuelve tu mejor amigo. Dentro de uno de los inmuebles más importantes del centro histórico de Puebla se encuentra un restaurante que por años ha consentido a paladares locales e internacionales, dueño de un mole increíble que sí o sí tienes que probar. Para desayunar hay muchas opciones: enmoladas por supuesto, chilaquiles verdes, chalupas y mucho más, todo disponible tanto en paquete como individual. 

Pura magia, pura sazón. Tagers siempre está ahí para echarnos la mano cuando el hambre ataca. En cualquiera de sus 4 sucursales, puedes tener por seguro que aquí hallarás algo para ti y tus acompañantes: Kinder hot cakes, un tercio de hot cakes con chocolate Kinder derretido, Nutella, compota de fresas y duraznos en almíbar, si eres de sabores dulces; o un Brunch flatbread, 2 huevos estrellados montados sobre pan flatbread con salsa blanca, cebolla y tocino dorado, gratinado con queso manchego y un toque de perejil; Y si tienes mucha hambre, entonces un Danish Club, un emparedado de 3 pisos con pan brioche, pechuga de pavo, pollo, tocino dorado, queso cheddar, jitomate, espinaca y aderezo de la casa. 

El desayuno es un momento para ti y para tus acompañantes, o por lo menos así es como lo ve La Higuera, un desayunador en La Paz que cree firmemente en que este momento de la mañana debe ser un antídoto contra la monotonía. Para despertar con el pie derecho puedes pedirte unos Huevos Benedictinos, un par de huevos pochados en un muffin inglés con jamón y bañados en salsa holandesa; unos Huevos árabes en cazuela acompañados con pan pita, jocoque y za’atar; o, si por alguna razón tienes resaca, unas Quesabirrias, con queso manchego, Oaxaca, carne de res, xnipec y consomé, además incluye una cerveza XX Lager. Un gran plan si nos lo preguntas.    

Comer muy rico, fuera de casa pero con ese calor hogareño. Antes Meridiano es una extensión de nuestra cocina en la que hay platillos que al primer mordisco calientan el alma como su Sandwich Montecristo con pan brioche, jamón de pierna, queso gouda y compota de frutos rojos; su chapata de chilaquiles; su omelet de requesón con claras y aguacate o su pancito recién horneado. Un abrazo en forma de desayuno.  

Después de experimentar con aromas, ingredientes, texturas y sabores, Trecena desarrolló un menú que mezcla cocinas poblanas, oaxaqueñas y hasta francesa; una experiencia culinaria que no te puedes perder. Si los visitas —están en la 9 oriente, en el centro de Puebla— te recomendamos pedir su Omelette Padua, con pimientos, cebolla morada, elote salteado y flor de calabaza, servido en salsa de chipotle ahumado; sus chilaquiles con salsa tatemada; su Panino de burrata, con pesto de arúgula, jamón serrano, higos frescos y caramelizados, mix de hojas y reducción de vinagre balsámico y nuestras favoritas, las Enchiladas Coloradito, con picadillo de pollo bañadas en mole coloradito.    

Un buen café y un buen desayuno, este dúo se conjuga en Pasticel cada mañana. Entrando a Pasticel te recibe el olor de la cafetería, la mejor manera de desearte los buenos días. Ya en la mesa toca la difícil tarea de escoger entre cosas como las Tetelas rellenas de puré de frijol, queso Chiapas y plátano macho, bañadas en mole poblano con perlas de plátano; los Chilaquiles Pibil con caldito de axiote y queso chiapaneco, cebollas moradas con limón y orégano y cilantro o los Xoconostle, con hojas asadas, chapulín, frijol de olla, salsa de xoconostle con infladita de maíz y dos huevos estrellados. Y esas son solo algunas de las opciones de este espacio que vaya que consiente a sus comensales. 

El buen comer, el arte y la naturaleza se unen en La Noria, una leyenda viva de la gastronomía poblana. Con 3 décadas de experiencia, este restaurante enmarcado en laureles prepara en su cocinas delicias del recetario típico poblano: unas chalupas aquí son obras de arte, al igual que otros platillos como su Omelette de Huitlacoche, sus chilaquiles de mole, sus crepas de tinga y su tamal jarocho. Aquí uno viene a gozar las mañanas, la buena vida.