Si hay algo que te cambia la vida, es dejar de tenerle miedo a comer solo. Este placer incomprendido debería ser más frecuente para todos: tienes un tiempo para ti, no tienes que compartir tu plato a nadie y ya que le agarras cariño, se vuelve algo casi terapeútico.

Por supuesto que para que esta experiencia sea gozosa requiere de características específicas: restaurantes pequeños y acogedores, mejor aún si su cocina es reconfortante, y que a toda costa no te hagan sentirte perdido en una multitud de gente, mesas y sillas. Así que si ya eres adicto a comer solo y quieres agregar nuevos lugares a tu lista, o si quieres adentrarte al mundo del “mesa para uno”, aquí te dejamos 7 lugares perfectos para comer contigo mismo.

Natut está hecho en su totalidad para consentir a sus comensales: un espacio agradable en el que el tiempo va lento y una cocina interesante y fresca que promueve la alimentación consciente, lo cual hace que sea una sorpresa grata visitarlos para disfrutar un rato a solas. Además de su carta fija en donde hay tanto desayunos como chapatas y ensaladas, Natut ofrece menús del día, los cuales cambian constantemente en la semana siempre presentando platillos que no encontrarás en ningún otro lado.    

No hay mejor lugar para tener un tiempo a solas que uno rodeado de libros en pleno corazón de Puebla. Profética Cafebar es todo lo que necesitas, una biblioteca, una librería, una tienda de objetos que podrían llamarse libros y una cafetería que sale de sus 4 paredes para invadir el patio central del recinto. Los desayunos aquí son una joya, desde sus Enchiladas poblanas hasta su Burrito de birria. Por si fuera poco, este sitio es también ideal para trabajar fuera de casa acompañado de un café ¿Se puede pedir más?

Turquesa es uno de aquellos restaurantes que se disfrutan tanto con la mesa llena como con la mesa vacía. Desde la mañana, cuando Cholula apenas está despertando y hasta la tarde, aquí encontrarás manjares que preferirás no compartir. Cuando sale el sol, las maravillas a cargo de Pan Salvaje como la Tosta de Hummus de edamames con tomates cherry o los Huevos Marroquíes cubiertos en salsa de tomates, pimientos y especias. En la tarde los mariscos son los reyes, sus aguachiles, el Atún Tulúm (sobre una ensalada de manzana verde, chayote y cebolla morada) y su especialidad, la Tortita de Marlín, una verdadera sabrosura. 

Cerca del Zócalo de San Andrés Cholula encontrarás una barra de mariscos en donde la sazón es lo que abunda: Moby Dick. Disponibles de jueves a lunes, esta marisquería es de las más íntimas y frescas de la ciudad. Para amantes del sabor de la costa, esta pequeña sucursal directa de la playa cuenta en su cocina con pescadillas, ceviches (la mera especialidad), cócteles y más. 

Rico y sin pretensiones. Maizante es el último proyecto de Gustavo Macuitl, un joven chef que con elementos básicos como el maíz hace cosas increíbles. En este molino, tortillería y antojería el comal te abraza al entrar, un presagio de lo que te espera, una cocina de sabores familiares construida a base de memelas, tetelas, atoles y más. Si andas vagando cerca del Carmen, en la avenida 17 poniente, no dudes en visitarlos.

Comida asiática, un toque de hip-hop y harta personalidad hacen de Dang! un aliado estupendo para ti, tus antojos y tu hambre. Entre graffitis, música, sakes y noodles este cachito de Asia se dedica a complacer a sus visitantes con comida inspirada en las calles asiáticas. Cuando los visites, porque sabemos que lo harás, te recomendamos su Spicy ramen Dang! con longaniza con habanero; sus Noodles al wok y la Big poppa, un sándwich de pollo frito con ensalada de col. 

Seguro te estarás preguntando ¿Moyuelo? Sí, pero específicamente para este texto estamos hablando de su barra. Después de una tarde paseando en el centro, Moyuelo es el oasis que cualquiera necesita: una barra de tragos refrescantes y comida que sale de lo convencional. El clásico de clásicos aquí es el Clamato (igual de bueno con o sin cerveza) y para comer, o más bien picar, entradas como sus tostadas de ceviche de camarón y sus icónicos Huauzontles en tempura acompañados de puré de camote y salsa cítrica.