El tabú del vino rosado
Por Gina de la Mora
¿Tinto o blanco? Solemos escuchar cuando pedimos un vino al mesero. A la hora de comprar una botella de vino es algo parecido, pareciera ser que solo existen esos 2. Pero hay un mundo por descubrir: el vino rosado, uno que me atrevo a asumir, no tienes en tu cava personal. Pero, te has preguntado ¿a qué se deberá?
Existen muchos tabúes acerca del vino rosado: que solamente las mujeres lo tomaban, que es el típico vino dulce que a las mujeres les gustaba o también se pensaba que eran vinos sin cuerpo o muy “aguados”, y aunque el término esté mal dicho, así se referían al vino rosado. Debido a aquello, los hombres lo evitaban completamente por buscar vinos con mucho más cuerpo y mucha barrica, como esos típicos riojanos que antes eran todo un éxito.
Pero esto ha ido cambiando a través de los años, sobre todo en México ya que cada vez tenemos más cultura acerca del vino y nuestro consumo ha crecido a la par. La gente está más involucrada en catas y cursos y esto ha ido ayudando a que cada paladar mexicano se vaya puliendo hasta el punto de darse la oportunidad de probar etiquetas diferentes, e incluso de darle una oportunidad al vino rosado, que en realidad es una verdadera joya.
Para comenzar a darle su lugar a este vino, hay que tomar en cuenta que la elaboración del mismo no es cualquier cosa. Los enólogos requieren de cierta precisión. El proceso es muy similar al del vino blanco, con la diferencia en los tiempos de maceración. De hecho se dice que el vino rosado es de los más fáciles de consumir, pero uno de los más complicados de elaborar.
En Europa el vino rosado se ha tomado junto con el tinto desde hace cientos de años. En países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España entre otros. Lugares en donde su gastronomía habla por sí sola. No por nada en cualquier gran restaurante con estrellas Michelin, les aseguro, habrá algún vino rosado verdaderamente espectacular.
En México existen muchas bodegas que elaboran vinos rosados de gran calidad. Vale la pena romper este tabú y empezar a probar estos rosados increíbles que mucha gente tiene olvidados o simplemente no les interesa probar. Te vas a sorprender cuando te atrevas a elegir alguno como aperitivo, para acompañar tu primera entrada o simplemente por el hecho de que el día está increíble y se te antoje descorchar algún vino rosado.