Musgo: tú y yo contra el plato

El restaurante que llegó a refrescar las mañanas de Cholula

Musgo: tú y yo contra el plato

Hay cosas que son mejor en equipo. Los deportes son un gran ejemplo, pero no la única actividad que se disfruta de manera colectiva. De hecho una de nuestras favoritas es comer. El secreto es este: quien comparte sus platos, come más y a veces hasta mejor. Tenemos que agradecer a quien sea que haya inventado el término: Al centro de la mesa, porque gracias a esa persona podemos disfrutar aún más de lugares como Musgo, un restaurante en donde las buenas compañías son uno de los ingredientes principales.

En Cholula, en la esquina que forman la Avenida 5 de mayo y la 12 oriente, vive Musgo, el proyecto gastronómico de la familia Villaseñor, un espacio fresco, inspirado en la comida del mediterráneo y experto en el buen comer y el cacao. “Es un espacio que experimenta” nos dice Joshua y no podemos estar más de acuerdo. Aquí el truco está en los detalles, en los pequeños y grandes cambios a lo común para hacer que después de un bocado la vida te sepa más rica.

“Nosotros [Joshua y su familia] creemos que el espacio de la cafetería o el restaurante es para consentirte; si tienes un momento complejo, ese es un lugar para despejarte y nosotros generalmente íbamos a lugarcitos a despabilarnos de situaciones. […] Queríamos diseñar algo donde la gente se sintiera a gusto y donde la gente pudiera compartir estos momentos de despejarse, de entrar a lugares y olvidarse de problemas, de festejar, de consentirse. que es el porqué nosotros salimos a comer a esos lugares.” nos cuenta Joshua. 

Crear un espacio que sirva de refugio, un cachito de paz, fue la idea que más tarde terminó por materializarse en Musgo. Paredes verdes, lyratas frondosas, mesas para muchos y mesas para uno. Ya entrando se siente el apapacho, pero el alma de todo el proyecto está en la carta. 

Dos cosas podemos decir de los platillos que nacen todos los días en la cocina de Musgo: que son frescos (tanto en sentido literal como metafórico) y que son muy abundantes. Desde que empezó a gestar la idea, Joshua buscó que la comida fuera fresca, algo que sorprende al paladar, no por nada bautizaron este lugar como musgo. 

En pleno viaje familiar, Joshua se topó, por mera casualidad, la palabra musgo en una revista y una charla rápida con su mamá fue suficiente para ponerle nombre al proyecto. “El punto es que regresamos, nos pusimos a investigar sobre el musgo y resulta que es lo que permite la diversidad en los bosques, genera la vida en los lugares. […] Hemos tratado que los platillos, que todo lo que se diseña tenga esta frescura.”

Unos Chilaquiles Suizos, con salsa cremosa de pimientos rostizados, huevo estrellado, crema entera, queso Cotija, y una base de lentejas que sustituye a los clásicos frijoles, un delicioso equilibrio entre lo nuevo y lo de toda la vida. Y apenas vamos empezando con este desfile de antojos. Otra de las joyas del menú de Musgo es su Cazuela Piñona, unos huevos en salsa de piñón y tomate, salteado con pimiento y cebolla, piñones tostados y una orden de  crostinis crujientes para limpiar la cazuela. 

La Tosta de Aguacate con espinaca, tomate deshidratado y queso parmesano y la Tosta Sensu, con queso de cabra perfumado con romero y hoja santa, pera fileteada, tocino crocante y germen, ambas sobre una hogaza multigranos, son simplemente imperdibles. 

Y si quieres harto pan, échale un ojo a sus Entre Panes. Si nos pides nuestra recomendación, te sugerimos pedir la Chapata Pollo Fungi, untada con cremoso de pimiento con pechuga de pollo rostizada, cebolla morada caramelizada y champiñones salteados; o si prefieres la carne roja, el Sandwich de Roast Beef, con pan brioche, untado con mostaza dulce y roast beef, acompañado de pepinillo dulce encurtido. 

¿Lo mejor de todo? La carta está pensada, como todo lo bueno de la vida, para compartirse. Tu pides esto, yo esto otro y que lo pongan al centro de la mesa; unos platos para compartir y ya está. Dos, tres, cuatros platos para dos o más. La idea es que en un día cualquiera el desayuno o el brunch se vuelva un banquete y que disfrutes un poco de todo. 

Lo que sí no es para compartir, más porque están muy buenos que por otra cosa, es su cacao. “No hay mucha educación sobre el cacao; existe el mundo del chocolate, que es completamente distinto a lo que realmente es el cacao, entonces queremos que prueben cacao y que sepan de dónde viene”, Joshua es un apasionado de los sabores y es por eso que se alió con Anuk para llevar a más paladares esta bebida ancestral. 

Con granos provenientes de Oaxaca y Chiapas, podrás encontrar bebidas tanto frías como calientes, todas una delicia y que además van de maravilla con la carta de Musgo. Cacao con canela para el frío y Cold brew para el calor; Cacao naranja y chile para las mañanas y Rosa y Cardamomo para el medio día.

Joshua y su familia lograron su objetivo, hicieron de Musgo uno de esos espacios que apapachan a sus comensales. Todo se conjuga, el interiorismo, las bebidas, la carta, la atención, cada detalle está hecho para que este sea un lugar para despejarse, en donde el único pendiente sea que tú y tu acompañante (o de plano todo tu equipo foodie) se terminen los platos que el mesero acaba de dejar en la mesa. 

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