Barra Buenavista: tragos e historias de autor

Un rincón caribeño en el corazón de Cholula

Barra Buenavista: tragos e historias de autor

Muchas veces, motivados principalmente por el hambre, olvidamos que salir por algo de comer o por un drink también es salir a escuchar historias. Cholula se ha convertido en un mosaico de portales a otros mundos, algo así como una biblioteca especializada en el género de viajes. En sus locales, distintos emprendedores buscan, a través de sabores, narrar sus travesías por diversos rincones del globo terráqueo: lugares en los que dejaron una parte de sí mismos, coordenadas que cambiaron sus vidas y puntos donde se forjaron las historias más valiosas de sus familias. Entre esos últimos, destaca el proyecto de Carlos Aragón Herrera.

Pocos sitios reflejan esta versatilidad como Santiago Xicotenco, un barrio de San Andrés Cholula. Específicamente, frente a Casa Peninsular, se encuentra un edificio que por las noches, en la planta baja, nos transporta a Asia, y por las tardes, frente a la serenidad de los volcanes, alberga Barra Buenavista. Este cocktail roof combina lo mejor del Caribe con la historia personal de Carlos Aragón. Inspirado en sus memorias familiares, este espacio único rinde homenaje a la “Palapa Buena Vista”, un rincón emblemático de Mahahual donde la familia Herrera, armados con reservas de latas y licores importados de Belice que destilaban un inmenso valor sentimental, disfrutaban de veranos inolvidables frente a playas cuya belleza era un secreto a voces entre las familias quintanarroenses.

“Esta es la memoria de un lugarcito en el que mi familia, en 1942, inició la construcción de su cabaña o palapa de verano. Era un espacio con un estilo minimalista, muy Mies van der Rohe. Dormían de la forma más típica de la región, es decir, con hamaqueros yucatecos. El lugar estaba diseñado principalmente sin paredes, con algunas divisiones funcionales para las regaderas y los baños, muy al estilo japonés”, narra Carlos Aragón.

Este rincón, bautizado por doña Enriqueta Mingüer como “Palapa Buena Vista“, fue rescatado por Grupo Nativo a partir de las memorias de la familia, fotografías y artículos. Estas historias se transformaron en una mixología de autor que narra las travesías de esos veranos a través de cada cóctel de Barra Buenavista. El concepto, sin embargo, va más allá de los cócteles; se trata de una experiencia diseñada para despertar todos los sentidos. Con una temática caribeña que esquiva algunos clichés tiki, este lugar apuesta por una estética elegante y fresca. Cada detalle, desde la decoración hasta la música, está cuidadosamente pensado para transportarte a otra época. La atmósfera evoca el glamour de los años cuarenta, pero con un toque contemporáneo en el que conviven perfectamente la nostalgia y la modernidad. “En la tarde puedes escuchar melodías de Edith Piaf y, conforme avanza la noche, algo como Disclosure”.

La oferta de la barra aquí se renueva cada tres meses, manteniendo un equilibrio entre clásicos y creaciones originales. Uno de los cócteles insignia es el Manglar, una bebida que captura la esencia de Mahahual con una frescura y misterio que remiten a los paisajes caribeños. Para quienes prefieren algo más dulce, el Martini 001 es una opción ideal para iniciar la experiencia. Y si buscas un final memorable, el Doña Enriqueta, que lleva el nombre de la matriarca familiar, es un homenaje a las raíces de este proyecto.
Pero Barra Buenavista no se queda solo en la mixología. De 12 pm a 6 pm, comparte su espacio con Chetumalito, una terraza donde puedes disfrutar de un menú delicioso en un ambiente relajado. Este cambio de ritmo permite que cada visitante viva dos facetas del lugar: la tranquilidad del día y la vibrante transformación nocturna. Después de las 6 pm, el espacio se convierte en un cocktail roof lleno de energía, ideal para noches especiales.

Cada rincón de Barra Buenavista está diseñado para ofrecer una experiencia que conecta el presente con las historias del pasado. No es solo un lugar para disfrutar de cócteles; es un viaje emocional y sensorial que combina elegancia, espíritu tropical y una nostalgia entrañable. Si visitas Cholula, Barra Buenavista es una parada obligatoria que promete momentos inolvidables y sabores que cuentan historias.

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