La Cultura del Placer

Coctel de camarones de El Paisa

La Cultura del Placer

Simple y clásico es una fórmula que siempre va a funcionar (por algo un clásico es un clásico). Y El Paisa es uno de esos casos. Aunque al Centro Histórico le vendrían bien un par de marisquerías más (o que vuelvan algunas que ya se fueron), siempre podremos contar con El Paisa.

Siempre me habían dicho (y digo siempre porque este espacio existe desde 1945) que pidiera alguno de los cocteles de ahí. Que esos eran los auténticos clásicos de esta ostionería. Sin embargo durante al menos una década me negué por considerar al coctel un platillo muy simple y porque generalmente en una marisquería suelo pedir algo para combatir la cruda.

Durante este tiempo pedí todo tipo de platillos: camarones al ajillo, filetes, empanadas, tacos, vamos, hasta paella. Pero por una necedad completamente absurda, siempre me negué al coctel.

Si de algo me gustaría que sirviera esta entrada, es además de antojar el platillo en cuestión, recordar que si algo es un clásico, es que existe una gran razón detrás de ello. Y como he comentado previamente, siempre hay que recordar, respetar y disfrutar a nuestros clásicos.

Hace un par de semanas, en uno de esos viernes que uno ya quiere darle el sabor del fin de semana desde la hora de la comida, fui a El Paisa. A pesar de ser noviembre, era un viernes bastante caluroso, así que un restaurante de mariscos frescos con una buena cerveza era la alternativa perfecta.

El calor, el no estar crudo y la curiosidad de querer ver por qué algo tan sencillo era tan legendario me animaron a pedir mi primer coctel en El Paisa. Sí, tardé 15 años en probar los cocteles más clásicos de la ciudad que me adoptó y fue hasta entonces que entendí por qué.

A lo largo de mi vida he probado cientos de cocteles de camarón de todo tipo. En ciudades con mar o en aquellas que anhelan tener uno, los he probado en su formato más típico o experimentos que nuevas generaciones de chefs hacen para reinventar un plato insignia. Pero ninguno se compara a éste.

Esos 75 años de experiencia han hecho que El Paisa logre un balance perfecto entre todos los ingredientes que conforman un coctel, pero además, logran hacer que cada uno de los sabores despunte en cada probada. Es simplemente fascinante sentir cómo cada sabor se pasea por el paladar como si fuese un carrusel en cada cucharada.

Y uno pensaría que jamás se pueden encontrar en la ciudad mariscos tan frescos como en la playa. Si bien discutir esto es absurdo, lo cierto es que los mariscos del Paisa son extremadamente frescos, a un nivel que muchos otros espacios deberían prestar atención.

Los clásicos son clásicos por algo. Y en el caso de El Paisa es porque durante más de 7 décadas se han dedicado a hacer de lo sencillo algo extraordinario. Y eso es magia pura.


La Cultura del Placer es una columna en la que nuestro editor elige una semana un coctel y otra un platillo que hacen de este mundo un sitio más exquisito.

Te puede interesar