¡Qué emoción! El día de San Valentín está a la vuelta de la esquina. Sí, esto sería algo que diría alguien con pareja, o por lo menos alguien con planes. Pero si tú, así como varias de las personas detrás de Guía oca, no tienes ni una ni otra, tenemos la idea perfecta para este fin de semana y el próximo lunes. Llenar el vacío con comida. 

Y no, cualquier cosa no funciona, necesitamos comida munchosa, vasta, rica y reconfortante. Claro que ya pensamos en nuestras recomendaciones y aquí te las dejamos.

Las penas con pan son menos. Tagers es un lugar mágico, cálido y exquisito. Si bien su cocina es siempre un apapacho, su pan es una maravilla para sanar mal de amores. Si nos dieran a elegir de entre toda la variedad de panes que pasan por su horno, nuestra respuesta sería fácil: sus conchitas. Dulces y suaves, en Tagers tienen para todos los antojos, rellenas de Nutella, de Dulce de leche, de Lechera y nuestra favorita, la Concha Reina, una concha rellena de miel mantequilla, nata y almendras. 

Lo sabemos, el frío está al acecho, pero la verdad es que el helado, o más bien el gelato, es un atajo a la dopamina, sea la época que sea. Helados, nieves y gelatos hay muchos en la ciudad, pero posiblemente uno de los más creativos a la hora del sabor es Il Gusto Giusto, una gelatería capaz de convertir cualquier ingrediente en un gelato. Aquí habita de todo, los sabores de siempre como el de avellana, el de vainilla y el de mango; y otros que en poco lugares encuentras como el gelato de mandorla, de pistacho, de yogurt con miel, de amarena y hasta de Snickers.

La pizza es vida, la pizza es amor. No hay mejor forma de llenar el vacío que con La Berenjena, aquella pizzería que todos, casi sin excepciones, amamos. Con su sazón única, su ingenio, es imposible no enamorarse de esta pizzería que vive en el lado artesanal de la vida. Recomendaciones hay muchas, la Duende, con pera, queso gorgonzola y jamón serrano fresco; la Frutos del Bosque, de jitomates deshidratados, pepita tostada, queso de cabra cenizo y un toque de romero fresco; o la de temporada, la Kevin Bacon con cebolla caramelizada, pera, queso brie, tocino ahumado y reducción de vinagre balsámico.

A veces todo se puede solucionar con un atracón, y el Atracadero siempre está ahí para ayudarte. En esta cocina de mar no existe la palabra “poquito” y la Torre de mariscos es el vivo ejemplo. Hecha para 2 personas, pero a quién le importa, puede ser para 1 con mucha hambre, la Torre de mariscos es el sueño de cualquier marinero, una pila de atún, pulpo, camarón, callo de hacha, cebolla, aguacate y salsa de la casa. 

Si Café & Tocino conmigo, quién contra mi. Jamás hemos dudado del poder de la pasta para hacer mejor un día gris, pero eso no significa que se pueda llevar a esta mezcla de harina y huevo a otro nivel. Es justo eso lo que logró Luigi Tlachi con su Mac n Cheese con tocino ahumado, una mezcla de macarrones con salsa de queso cheddar, tocino curado y ahumado en casa, gratinado con más cheddar. Nada como ahogar las penas en queso. 

El ramen caliente va directo al corazón. En Cholula, escondido de todo el caos de las calles, se encuentra Saporo & Tokio, una puerta a los sabores de las calles de Japón. Aquí el ramen es el rey y las opciones son varias: veggie para quienes no consumen carne; el Sriracha red shrimp con salsa sriracha, camarones, cebollín y huevo duro para quienes les gusta lo picante; o el Tokio black con chasu de cerdo y huevo duro. En Saporo & Tokio tu único problema será escoger tu platillo.     

Ya quedó claro, el pan todo lo puede. La panadería es todo un arte, uno que vaya que dominan en Sémola. De sus vitrinas hay mucho de dónde escoger, pero el chocolate es lo mejor para estos casos. ¿Nuestra recomendación? Su chocolatín, una bomba de endorfinas protagonizada por el chocolate. Y ya que andas por ahí, una visita a su terraza, un café o más chocolate y la vida se te reinicia.