Grandes lugares, grandes mujeres: Ale Troyce

Amabilidad y fortaleza

Grandes lugares, grandes mujeres: Ale Troyce

Ale Troyce es una mujer que contagia su buena vibra. Siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque fue nuestro primer encuentro, me hizo sentir que éramos amigas desde siempre. Es de esas personas que reconfortan, que hacen de éste un mundo más cálido, más humano, eso sí, con un espíritu inquebrantable. Nos enseña que la amabilidad no es antónimo de fortaleza sino todo lo contrario, un complemento de la misma.

Ella está detrás de Antes Meridiano, un proyecto que nació hace 8 meses pero que llevaba soñando muchos años. “Necesité de mucho valor para dejar atrás una franquicia linda en la que trabajé 5 años, para entonces empezar a soñar con este proyecto. Invertí todos mis ahorros para hacer Antes Meridiano, lo cual requirió de trabajo diario, de disciplina y constancia”.

Estudió gastronomía en el Claustro de Sor Juana en México. “Llegué a Puebla hace 20 años, entré a Televisa cocinando en un programa y me quedé 7 años, después tuve la franquicia de Hackl, pero Antes Meridiano fue un sueño que quería cumplir desde hace mucho tiempo (…). A mis hijos les encanta ver cómo cocino, así que decidí traerme esa cocina acá y eso es Antes Meridiano: una extensión de la mesa de mi hogar a ustedes”.

“Siempre tuve la ilusión de tener algo propio, el cafecito de mis sueños y cuando compras una franquicia eso no es tuyo, aunque fue un gran aprendizaje. Al cambiar a algo mío quería darle a la gente mi versión de huevos benedictinos que le encanta a mi hija Valentina o el platillo que le fascina a mi hijo Ernesto; también hago la avena que me solía hacer mi abuela y la granola que me enseñó a hacer mi mamá”. El nombre Antes Meridiano nos inspira a un nuevo amanecer, a comenzar de nuevo, ver hacia adelante y dejar atrás los errores y los malos tragos que se nos presentan en el día a día. “Antes Meridiano fue mi propio comienzo”.

Su amor por la cocina se debió, en gran parte, a su abuela y su mamá, quien vivió dos años en Chilpancingo. “Ahí conocí el mercado, el pozole verde, los jumiles, las gorditas de manteca. Ese fue mi primer contacto con la cocina más increíble del mundo, de ahí ya no paré. Amo comer en el mercado, de Oaxaca, de Cholula, es lo más rico”.

Uno de los retos laborales de Ale fue mientras estudiaba gastronomía, enfrentarse a su primer cocina y evento: “hay mucho cansancio físico, el estar parado durante muchas horas, te quemas con las ollas, es un trabajo rudo donde te tratan a punta de sartenazos en un ambiente predominado por hombres”.

“En la cocina de Antes Meridiano el reto ha sido educar, a trabajar sin groserías, sin mala vibra, porque muchos vienen de cocinas donde los tratan mal y ellos, cuando tienen la oportunidad, intentan tratar mal al de abajo. Han sido 8 meses de reeducarnos, de ‘por favor’ y ‘gracias’, igual que en mi casa. Siento que soy la mamá de todos”.

Vivimos en un país muy machista con ideas arraigadas de “las mujeres a la cocina y a tener hijos”, no hay equidad de género, “esto es una manera de luchar, nosotras podemos, somos capaces de hacer cualquier cosa y hay que ir rompiendo con esta semillita que tenemos de que el hombre es el cazador y el fuerte y que la mujer está creando, amamantando y recolectando; nosotras también podemos salir a cazar y a luchar. Los grandes chefs son hombres, siempre fueron cocineros hombres los que estaban en los fogones, la cocina es un territorio de hombres pero en casa, de mujeres; es un poco paradójico”.

“yo pienso que es un territorio en el que cabemos todo”

Algunas de las mujeres que admira Ale son Penélope de la Madrid, quien está inmersa en el mundo del diseño; a su hermana Mira Troyce, “una artista de la arquitectura y el diseño textil”; a Mirenchu Botani con sus viñedos en Ensenada, a Claudia Hussid en el Hospital Veterinario de Puebla luchando por los animales, “a mi mamá que se quedó viuda y sacó adelante a sus dos hijas solas, estoy rodeada de mujeres brillantes y luchonas”.

Finalmente para Ale ser mujer significa ser creadora de vida. “No hay nada más increíble que el amor tan puro y sincero que tengo por mis hijos, ser mujer me encanta por la parte de ser creadoras, me da orgullo trabajar, que no se me cierran las puertas. Mi papá se murió y quedamos 3 mujeres solas, aprendimos a salir adelante pasara lo que pasara”.

Conoce más de Antes Meridiano.

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