En la vida hay más que bares y cafeterías. Hablando de espacios en donde las botellas de cerveza y otras mezclas de origen etílico llenan las mesas, hay varias categorías: barras, tabernas, tascas, chiringuitos. Recién conocimos en Cholula un sitio que tiene un poco de todo. Lo íntimo de las barras, lo relajado de las tabernas, el picoteo de las tascas y lo fresco de los chiringuitos. Bautizar esta categoría es un tanto complicado (aunque ellos mismos se identifican como una tasca), así que por el momento la llamaremos como el lugar mismo: Duende.
Pon atención cuando pases por la 3 sur, en San Andrés Cholula. Casi en la esquina que forma con la avenida Reforma hay una terraza pequeña, de noche iluminada por una fila de focos, con una jardinera cargada de verdes que te recibe. Ahí es Duende, un lugar en el cual, como bien dicen, se sirven platos honestos, vinos tranquilos y charlas largas.
“Para que estas almas creativas tuvieran un espacio para poder encontrarse, como un refugio. Y sí, Duende es la consecuencia de pensar en ese espacio, para disfrutar, para inspirarse, para gozar un ratito en cercanía de una forma muy casual. La mística del lugarcito también ayuda.” nos dijo Toño Quiroz, quien junto con su esposa decidieron abrir esta tasca cholulteca.
El nacimiento de Duende fue a fuego lento. La idea se fue gestando en el ocio, entre las salidas a bares y los recuerdos de la infancia. A lo primero le debemos el concepto y a lo segundo, la carta. “Salimos unos amigos y yo a un bar y de repente están así de: ‘falta algo de comida o tiene muy poquito de esto’, ‘ay me encantaría que hubiera un lugar que fuera así o asado’”. Un lugar para tomar, con música a buen nivel y que ofrezca comida para picar, nada complejo, algo que esté bien balanceado: sencillo y sabroso.
Y es que una piedra angular de este proyecto es su cocina. Hay platos que funcionan bien para un estómago vacío como la Focaccia de jamóny queso gouda; la de Jamón serrano con salami, queso mascarpone y un toque de pesto, nuestra favorita; o la Tosta de salmón, la consentida de Toño, con salmón ahumado y aderezo de queso, eneldo y alcaparras, con cebolla morada y pepino fresco, todo sobre una hogaza de pan de masa madre.
Pero lo que acabó ganándose nuestro corazón y estómago fueron sus opciones de picoteo, esos platillos que pueden ser individuales, aunque son mejores al centro. Aceitunas aliñadas; Patatas Bravas, crujientes como tienen que ser, bañadas en salsa brava casera y un toque de alioli cremoso; o las Patatas Duende, con salsa brava casera, salsa de ajo ahumado y chimichurri con habanero.
Las Croquetas de Jamón serrano, cremosas por dentro y crujientes por fuera; el Jocoque preparado con aceitunas, aceite de oliva, pimienta y zaatar, y otro montón de botanas que Duende toma prestadas del recetario mediterráneo. Sabores que Toño sacó de sus recuerdos. “Siempre crecí con estas botanas […], mis papás se reunían con sus amigos y muchos de estos son sabores que desde chiquito se me quedaron pegados, también muchos de estos platillos son cosas que le gustan a mi esposa, a mí en general, entonces son como un reflejo de vida, de esas botanitas que me gusta justo para tener al centro de la mesa y pasar un buen rato así platicando”.
Y es que algo tiene la comida y el buen beber que nos une y nos inspira. En Duende esto está más presente, tal vez es la mística del lugar, la energía que Cholula emana, los platillos con carga emocional, la celebración de lo sencillo o la mezcla en buenas cantidades de todo, pero nos falta mencionar un elemento clave: la barra.
Aquí no entran las pretensiones. Para beber tienen justo lo necesario y francamente no hace falta más. Hay café por si tienes antojo de una taza, vinos, un par de tragos como su Aperol, que es perfecta para un verano, incluso para los veranos lluviosos de Cholula y cervezas. Tanto es el gusto por tomar y convivir que los jueves y viernes, de 16:00 a 20:00 h, tienen 2 Caguamitas y unas Patatas bravas a un precio especial. La cosa es convivir.
Una tasca del mediterráneo cholulteca; un refugio del caos de la vida diaria; el pretexto ideal para encontrarse con alguien o incluso con una idea. Duende es un montón de cosas, es difícil definirlo, pero ellos ya lo hicieron de maravilla en la hoja que encuentras al abrir su carta: “una fuerza misteriosa y profunda que brota del alma, inspirando a las personas en momentos de intensa emoción”.