Desde hace años Moyuelo es sin duda uno de los mejores restaurantes que tenemos en Puebla. Sin embargo, su más reciente versión (la nueva sucursal en el Centro Histórico) muestra una cara renovada de este espacio en el que la comida del día a día, de zaguán, se eleva.

El chef Fernando Hernández es sin duda uno de los mejores que tenemos actualmente, no sólo en Puebla, sino en el país. Poder probar su propuesta en un espacio nuevo, con un diseño increíble que asume a este lugar como uno absolutamente urbano, es algo refrescante para todos los que vivimos (o los que visitan) Puebla.

Para comenzar, los huazontles con puré de camote, ajo rostizado y salsa cítrica. Este platillo está desde su menú anterior y es la entrada perfecta, sobre todo para compartir. Un adecuado punto de encuentro entre técnicas de cocina orientales e ingredientes mexicanos.

Como plato fuerte sin duda el rabo de res, manitas y frijoles parados. La preparación de la carne es simplemente perfecta y el platillo entero es un abrazo para sentirse mejor (de hecho también sería un gran plato para la cruda). Eso sí, recomiendo llevar estómago suficiente para éste.

Y por último, no puedes ir al nuevo Moyuelo sin haber pasado por su barra (destinada a convertirse en una de mis favoritas del Centro Histórico). Ahí el mixólogo Óscar Miranda presenta varias propuestas de tragos, de entre las que recomiendo el Siempre Viva y Catalina, el primero inspirado en la calle que alberga al restaurante, el segundo en la protagonista de la novela Arráncame la Vida.

Arturo Loría

Editor de Guía oca

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