Sopas y caldos para el frío
En esta temporada si hay algo que buscamos es confort. El año se acerca a su cierre, el cansancio de más de 300 y tantos días se acumula y la baja temperatura se nos juntan. El cuerpo pide pausa, cuchara y algo humeante entre las manos. Las sopas y los caldos no son sólo un recurso contra el frío: son memoria, ritual y refugio. En cada plato hay tiempo, paciencia y una forma muy antigua de cuidar a los otros —y a uno mismo—. Desde recetas que reconfortan hasta preparaciones profundas y especiadas que calientan desde adentro, este recorrido celebra esos sabores que aparecen justo cuando el clima nos obliga a ir más lento. Porque cuando el frío se instala, no hay mejor plan que una buena sopa servida a su debido tiempo.
Sopa de ajo | Nur
Sabemos que ya habíamos escrito sobre esta sopa. Pero es que si estamos haciendo un listado de abrazos líquidos, no podemos dejar de mencionar este platillo de uno de los restaurantes más nuevos en Cholula. Nur se especializa en comida mediterránea, pero con un giro tan particular que han hecho su propio territorio. Su reinvención del clásico francés da un platillo con muchísima personalidad, pero al mantenerse en el área de lo conocido el comfort es igual o mayor. El pan que cubre al plato, hecho con masa madre, es el toque de sabor extra que lleva a esta sopa a otro nivel.
Tonkatsu Ramen | Gato Gordo
Los últimos años han visto cómo Puebla prueba distintas versiones de este tradicional caldo japonés. Por lo mismo, cuando nos enteramos que la chef Natalia Santos acababa de abrir un espacio de ramen en el Centro Histórico de Puebla, lo consideramos un must para nuestros platillos de diciembre. En nuestra primera visita probamos dos ramen de su carta: el Tonkatsu (germen de soya, cilantro, pimientos escalivados, pollo empanizado y salsa de pimientos) y el Chilly Crab (chashu, huevo, wakame, kimchi, germen de alfalfa, salsa chilly crab). Ambos nos hicieron recordar por qué Santos se ha posicionado con el restaurante que la conocimos –Uji– como una de las mayores exploradoras del sabor que tenemos en Puebla.
Sopa de langostino | Bardo
Una de las mayores cualidades de Bardo es la forma en la que trae platillos muy clásicos y nos presenta con ellos como si fueran algo nuevo y exquisito. Su sopa de langostino es muestra de ello. Un caldo limpio, profundo y elegante, donde el protagonismo del mar se expresa de forma concreta, directa. Cada cucharada revela un trabajo cuidadoso de concentración y balance, en el que el langostino aporta dulzor y carácter sin imponerse.
Sopa de fideos con bolitas de carne | La Noria
A La Noria siempre se le menciona por sus platos vinculados a la tradición gastronómica poblana: sus moles, pipianes, chiles en nogada o mole de caderas son tan sólo algunos de los ejemplos de los que se suele hablar cuando mencionamos a este legendario restaurante poblano. Sin embargo, otra gran habilidad del chef Fernando Barrales es elevar los platillos cotidianos, los del día a día. Sí, Barrales brilla con sus versiones de los clásicos poblanos, pero también lo hace con esos platos de casa, de familia. Por eso su sopa de fideos con bolitas de carne es ese abrazo familiar que las sopas y caldos tanto dan. En la sencillez de este caldillo de jitomate con fideo y albóndigas está su genialidad.
Crema de Ostión | Aliere
Este plato combina las dos cosas que más nos gustan de Aliere: su capacidad para explorar platillos clásicos de la gastronomía europea y su pan. Este plato cuyos orígenes están en Europa, pero también en la zonas costeras de América es una bomba de sabor a la que la cuidadosa selección de ingredientes lleva a un punto superior ¿El toque especial? El ahumado que dan en el propio restaurante a sus ostiones ¿Y que lo corona? Ese plato de pan de masa madre, hecho también en el restaurante.
Sopa de cebolla | Intro
A lo largo de 21 temporadas Intro no ha parado de reinventarse. Durante este tiempo hemos visto un sinfín de platillos pasar por sus mesas y por el proceso creativo del chef Ángel Vázquez; pero en este camino hay platos que se quedan porque se mantienen en el corazón de sus comensales y su sopa de cebolla es uno de ellos. En este clásico francés nos encontramos con un abrazo líquido hecho con cebolla caramelizada, brandy, pasta hojaldrada y queso parmesano, la definición total de confort.
Levantamuertos | Pura Calle
Suponemos que no hace falta explicar por qué amamos esta sopa. Basta decir que ante el malestar, la destrucción o el bajón, el Levantamuertos de Pura Calle, antes conocidos como Pasticel, cumple con lo que dice su nombre con creces. Este caldo picoso hecho con chipotles asados, totopos y su buen toque de cebollas hará maravillas por ti.
Caldo de mariscos | Mucho Bueno
Mucho Bueno ha vivido muchas reinvenciones: desde su más reciente sucursal en Cholula, hasta su reciente aniversario. A lo largo de estas reinvenciones el equipo detrás de este restaurante ha buscado perfeccionar sus recetas, logrando durante este año una notoria evolución en sus sabores. Y qué mejor prueba de ello que su caldo de mariscos: un plato generoso tanto en tamaño como en sabor en el que aún si nos quitaran los mariscos, seguiríamos teniendo un caldo exquisito. Ideal para el frío, las crudas, los males del alma o la situación que se presente. Bien surtidito, como en casa. Tal como ellos mismos dicen.
Consomé de res | Salón Mezcalli
Mucho Bueno ha vivido muchas reinvenciones: desde su más reciente sucursal en Cholula, hasta su reciente aniversario. A lo largo de estas reinvenciones el equipo detrás de este restaurante ha buscado perfeccionar sus recetas, logrando durante este año una notoria evolución en sus sabores. Y qué mejor prueba de ello que su caldo de mariscos: un plato generoso tanto en tamaño como en sabor en el que aún si nos quitaran los mariscos, seguiríamos teniendo un caldo exquisito. Ideal para el frío, las crudas, los males del alma o la situación que se presente. Bien surtidito, como en casa. Tal como ellos mismos dicen.
Si hay algo que sabe hacer la chef Liz Galicia es apapachar a sus comensales a través de la cocina mexicana. El arma secreta de Liz está en su precisión con los ingredientes. Y justo esa es la cualidad que tiene su consomé de res: es exacto, es preciso a la hora de comerlo, de saborear ese chamberete de res cocido. Y como la carne tiene el toque perfecto, sólo basta garbanzo, cilantro, cebolla, chile serrano y aguacate para terminar de redondear este platillo.