Un poco de Albahaca

Seca, fresca o como sea, esta pequeña planta aromática cuyo origen radica en la zona tropical de Asia –y no en Italia como muchos creen– es adorada por los habitantes de la bota itálica y del resto del mundo. Y no es de extrañar.

El amor de la cocina italiana hacia la albahaca es evidente (no hace falta recordar que es uno de los elementos de la Margherita, la pizza original) y se remonta a la antigua Roma, cuando la albahaca era usada para, entre muchas cosas, terminar cada comida con un gran sabor de boca.

Fue en un viaje a Nápoles hace algunos años, en donde Antonio Álvarez se enamoró de este país, de su comida y cultura, por lo que decidió traer un cachito de Italia a México, siendo más específicos, a Sonata, para compartir justamente eso que hace la albahaca: lograr terminar cada comida con un gran sabor de boca.

Es así como surgió Albahaca, un espacio que por medio de su cocina te transporta al mediterráneo. Aquí encontrarás de todo pero su especialidad son las pizzas y las pastas artesanales elaboradas con ingredientes cuidadosamente seleccionados, frescos (tanto que cultivan sus propias especias) y de calidad.

De su carta podríamos hablar bastante, pero nuestras recomendaciones son, para empezar, su ensalada Agrumi: una deliciosa mezcla de supremas de naranja, toronja y limón sobre una cama de arúgula baby, aguacate y pesto, aderezada con vinagreta de cítricos y Grand Marnier.

Si eres amante de la pasta, el fetuccini a la Carbonara es tu opción: pasta fresca hecha en casa, servida con tradicional salsa carbonara con huevo, vino blanco y guanciale hecho en casa y coronada con espárragos. La pizza que debes de probar es la Pizza Di Pera e Prosccuitto, tan deliciosa como imperdible. Pera, Proscuitto, queso gorgonzola, arúgula baby y nuez tostada.

Una última recomendación, ideal para el calor, son sus tragos: el mojito de albahaca es fresco y único de este lugar. Si lo que buscas es algo más fuerte, pero igual de hipnótico, tu opción debe ser el Jack Amarena, una deliciosa mezcla de Jack Daniel’s con Amarena. Qué mejor pretexto que el clima para brindar, comer y disfrutar de la verdadera essenza italiana que va de los pies a la cabeza. De la entrada al horno y de los tragos a las pastas.