La cultura del placer

Vermú en las rocas

El placer es una de las cosas más complejas en la actualidad. Vivimos en una sociedad que en diferentes medidas lo castiga: hay que ser más productivos, más rápidos, más capaces; debemos estar más ocupados y aparentemente tenemos menos tiempo para todo, por lo que dedicarnos un rato que no nos aporte absolutamente nada, más que el placer de hacer las cosas sólo porque sí, no está bien visto.

No es sorpresa, pues, que el desgaste y el estrés sean dos de nuestros mayores males, encontrar espacios para disfrutar de algo sencillo y que pause al mundo no es fácil, pero en la ciudad hay lugares, platillos y bebidas que lo hacen posible. Así me ocurrió un martes por la tarde, que tras un día verdaderamente ajetreado, acabé en la barra de Moyuelo.

Óscar Miranda es el mixólogo ahí. Y si hay algo que me gusta de su trabajo es que cada uno de sus tragos tiene una historia bien definida, en la que ningún ingrediente está en el vaso por casualidad. Sin embargo –y supongo que al ver mi desgaste–, aquel día me recibió no con un trago de su invención, sino con un auténtico clásico: un vermú en las rocas (sí, vermú; nos ahorraremos el uso de vermut por hoy).

Nada elaborado, nada extraordinario. Sólo 2 onzas de esta bebida en un vaso Old Fashioned con dos hielos. Un par de tragos y la plática (que para algo se inventaron las barras), le dieron un giro por completo a mi día.

¿Cómo era posible que algo tan pequeño y tan sencillo pausara un día entero? Pues porque esa es, de alguna manera, la finalidad del vermú. Aunque el nombre por el que conocemos a este vino macerado en hierbas viene de la palabra alemana wermut, que significa ajenjo (uno de sus componentes originales), la bebida existe supuestamente desde los griegos. Se dice que Hipócrates crearía una combinación de vino blanco con flores y hierbas para hacer sentir mejor a quien lo bebiera, específicamente, para mejorar el estómago y la salud. 

¿Cómo ha sobrevivido tantos siglos? Porque durante todo este tiempo y desde su concepción, ha cumplido su objetivo: ha traído un instante de bienestar a quien lo bebe.

Óscar Miranda. Bartender de Moyuelo.

Para cambiar mi día, Óscar me sirvió un Carpano Antica Formula, que es un vermú dulce italiano, ideal como aperitivo, o como un instante en un vaso si has tenido un día pesado. Hecho en Italia (donde se realiza la mayor producción de este vino en el mundo), mantiene la receta que desarrollaría en 1786 Antonio Benedetto Carpano.

“Es mi favorito”, me dijo Óscar. “La comida es un acto necesario, pero beber es un acto de placer”, concluyó, prácticamente bautizando esta columna. 

Y sí, el placer puede curar muchas cosas, un mal día por ejemplo. Así que si vamos a empezar a hablar de placer aquí, que sea con aquel que nos recetó el primer médico: el vermú.


La Cultura del Placer es una columna en la que nuestro editor elige una semana un coctel y otra un platillo que hacen de este mundo un sitio más exquisito.

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