Editorial julio

En el blanco empieza y termina todo. Es la falta de color. Es el color sin color. Es la claridad absoluta. Literalmente, ya que es el resultado de la luz intensa en la que todo aquello que es visible se encuentra. Es todo y nada.

Para muchos, nosotros incluidos, es la posibilidad de un inicio. Esa hoja en blanco en la que se puede comenzar una idea, un mundo, una historia. La nuestra, por ejemplo, que comenzó en una página en blanco, o en varias, con el primer ejemplar impreso de nuestra revista y hasta el número 53, que de momento, ha sido el último.

También empezó con una pantalla en blanco, que acabaría por llenarse de las mejores recomendaciones de Puebla. El qué hacer y el dónde ir de nuestra ciudad.

Por eso ahora que decidimos renovarnos explorando nuestra identidad a través del color, decidimos empezar con ese en el que todo empieza y todo acaba.

Durante julio revisaremos la presencia de este color en la gastronomía: desde el vino, que aunque no sea precisamente de ese color ha sido nombrado como tal, hasta una preparación esencial de la temporada y de la identidad poblana, la nogada. Y eso sólo por nombrar un par de cosas que haremos este mes.

Por supuesto, no podemos dejar de lado el ocio, la cultura y el arte –finalmente ese es nuestro nombre–, por eso mismo veremos durante julio cómo el blanco ha trascendido en cada uno de estos aspectos.

Bienvenido julio, bienvenidos ustedes a esta nueva etapa de Guía oca. Y no lo olviden, estén donde estén, sea cual sea nuestra situación, las mejores recomendaciones pasan de oca en boca.