¿El mundo precolombino sobrevive dentro de nosotros aún? ¿Existe una continuidad mesoamericana en la realidad actual? ¿Cómo los indígenas se incorporan al mundo cultural de hoy? La identidad mexicana es una mezcla de manifestaciones provenientes de distintos territorios y épocas. Pese a ello pocas veces miramos la historia desde el punto de vista de los indígenas cuando nos referimos a nuestro origen como mexicanos en el inicio de la conquista y la conformación de la colonia, momento cuando se crea una nueva realidad producto del encuentro violento y creativo entre los pueblos indígenas mesoamericanos y los españoles.
La nueva exposición que presenta el Museo Amparo parte de un proyecto que reflexiona sobre esa parte de la identidad del mexicano que deriva de lo indígena pero que al mismo tiempo se desconoce. Mariana Castillo Deball, artista y Diana Magaloni, investigadora, han realizado una exploración sobre la materialidad y el significado de los colores con los que se pintó el Códice Florentino para crear una nueva realidad física a través de esculturas, murales y un jardín que dialogan con documentos coloniales de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y mapas-pintura del Archivo General de la Nación, junto con el proyecto enciclopédico conocido como el Códice Florentino albergado en la Biblioteca Medicea Laurenziana, de Florencia, Italia, en formato facsimilar y digital.
In Tlilli in Tlapalli, tinta negra y pintura de colores, es una expresión náhuatl que está relacionada con la transmisión de la sabiduría y el conocimiento: el negro brinda contorno y el color un contenido. Éste es el nombre que recibe el proyecto dividido en tres partes:
Murales
Deball realiza en las paredes, como si fuese uno de los tlacuilos que pintaron el Códice Florentino, tres murales que son un homenaje a los pintores indígenas. Con los mismos pigmentos que se ocuparon en Códice, 22 retratos de esos autores anónimos, la tierra como un altepetl sagrado y el arcoíris como signo de un nuevo tiempo a partir de la conquista.
Vestíbulo
La intervención escultórica del vestíbulo está inspirada en la tabla de las composiciones químicas de la paleta de colores preparados por Magaloni según las recetas que dejaron los pintores del Códice. Deball utiliza una técnica antigua italiana llamada scagliola para construir el calendario ritual indígena de 260 signos con círculos de color y enormes lápices de color truncados como si hubieran caído del cielo.
Jardín
Para el jardín que recibe a los visitantes del museo, la investigadora Tatiana Falcón recolectó árboles de distintas regiones geográficas, plantas silvestres de temporal, insectos, líquenes y minerales, nombrados por los pintores indígenas del Libro XI del Códice Florentino para la elaboración de pigmentos y tintes. Amates, añil, mezquite, tres tipos de cempoalxóchitl, muitle y hasta grana cochinilla conservada en nopales se encuentran ubicados en este jardín según el color que producen siguiendo la orientación de los cuatro rumbos de la tierra de acuerdo al Códice Féjerváry-Mayer.
La exposición “In Tlilli in Tlapalli. Imágenes de la nueva tierra: identidad indígena después de la conquista” permanecerá abierta al público en las Salas de Exposiciones Temporales Planta baja, Vestíbulo y Patio Colonial del Museo Amparo hasta el lunes 12 de noviembre de 2018.
