Casa Besign

Un espacio para ser diseño

Casa Besign

En 1935, María Arroyo se convirtió en la dueña del número 917 de la Avenida Reforma. Una imponente casa de estilo veneciano, exquisita excepción en una calle enteramente porfiriana. El tiempo no sería justo con esta joya arquitectónica que permaneció aislada del mundo durante 20 años.

Sin embargo, en estos días que Besign nos ha recordado la importancia de ser diseño, esta casa construida entre 1910 y 1920 ha sido intervenida por 21 despachos de interiorismo. Sus 24 habitaciones, su patio, sus terrazas y su sótano cobran una vida nueva en la que el pasado, el presente y el futuro se encuentran.

Cada habitación, cada espacio, cuenta una historia pensada y desarrollada por uno de los 21 despachos participantes. Disfruta de este lugar del 23 de febrero al 22 de marzo.

 

Ayer, hoy

¿Qué tanto ha pasado por los muros de una casa que ha visto más de un siglo transcurrir? Diseñadores como Penélope de la Madrid se inspiran en la vida de la que podría haber sido una famosa actriz de los años 40, con el glamour decadente del art noveau y un vitral original de la casa; mientras que Adolfo Lara + Griselda Arteaga se sirven de elementos básicos de la cocina poblana tradicional como la talavera, el carbón, el barro, la piedra volcánica, la madera quemada, para crear su cocina. El Popocatépetl encuentra su lugar en la mesa, mientras que los colores del espacio remiten inmediatamente al carbón.

El interiorista Luis Rodrigo González hizo algo similar con uno de los baños de la casa, respetando la cenefa, el mosaico y la bañera originales de la casa, pero dándole un giro contemporáneo con colores y cuadros actuales. Dos formas de interpretar un mismo espacio.

Grazeilla Zamora de La Presumida buscó “mantener la historia de los espacios” a través de la armonía visual con diferentes texturas y colores, así como con elementos de la época: específicamente una mesa Knoll adquirida en una subasta en 1998, intervenida por el artista poblano Cristóbal Sarro, cuya obra es posible apreciar en otras piezas de la habitación, así como en otros espacios de la casa.

A un costado de ésta se encuentra la habitación intervenida por Guillermo Herrera Arochi, quien respetó la arquitectura original (la ubicación del cuarto, del baño) y con elementos como la madera, el mosaico, repensó el espacio como una habitación de hotel.

Con la misión de que todos los elementos fueran “hechos a mano”, Milán Studio intervino tres habitaciones imaginando cómo viviría la gente de la época. El resultado fueron candelabros de latón golpeteado y pintado a mano, espejos avejentados de forma intencional y muebles creados para la ocasión.

 

Elementos y materiales

El uso de materiales y texturas es esencial en Casa Besign. Probablemente uno de los espacios en el que es más notorio es el intervenido por Mariangel Coghlan para Jai: la melamina y el laminado de plástico emulan a materiales de siempre como la madera y el concreto, para dar paso a los que podrían ser considerados los del futuro. “Nada es lo que parece” es el lema de esta habitación, que logra su cometido. Aquí además será posible encontrar un vitral intervenido también por la diseñadora.

El vidrio es otro elemento que juega un papel importante aquí. Además de los vitrales originales restaurados, se encuentran al ya mencionado por Coghlan y el que creó especialmente para uno de los baños Luis Rodrigo González: quien en su obra encuentra el quinto elemento, tras la conjunción de los otros cuatro (tierra, agua, fuego y aire), para de paso hacer una reflexión en torno al origen de la vida.

Y por supuesto, es imposible no pensar en la madera: Martínez Ebanistería crea una increíble ilusión óptica con su trabajo, mientras que Juzkani Alonso se sirve de ella para Juxtlahuaca Cananea –colaboración realizada con Bandido Estudio–, mueble hecho con madera parota con incrustaciones de fresno y latón en el interior; y madera de fresno en el exterior.

Espacios futuros

Hubo también diseñadores y despachos que decidieron llevar el espacio a otra época. Unas plumas gigantescas creadas por Lalo Támez + Morfos le dan la bienvenida a los visitantes; mientras que Din Interiores, creadores del concepto de los love hotels, proponen un espacio para besarnos en uno de los rincones de la casa, probablemente el más divertido y en el que los colores revientan mientras hacen un juego con los espejos.

Por su parte, Daniel Couttolenc buscó la armonía y la relajación a través de la perfección, con un espacio en el que cada uno de sus elementos y ubicaciones está determinado por la sección áurea.

 

El arte en la casa

Como si las intervenciones de los despachos no fueran suficientes, Casa Besign respira arte. Por sus pasillos será posible encontrar la obra de artistas poblanos como César López, Nora Adame, Dulce Pinzón, Elías Adam, Cristóbal Sarro, Mr. Rocket o Christian Zacek.

Además, la poeta poblana Melissa Costes escribió un poema inspirado en la esencia de la casa; del cual, es posible encontrar un fragmento en las escaleras.

Finalmente, una de las vistas de la terraza son los murales realizados por el Colectivo La Rueda, de los cuales, uno se inspira en María Arroyo y su familia, dueños de esta increíble propiedad.

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