Backstage: De algún tiempo a esta parte
Un retrato musical de México
¿Cómo se crean historias a través de sonidos? Escuchar una canción es pensar en miles de escenarios posibles sobre una misma pieza, cada uno tiene una interpretación diferente para lo que escucha. Reconstruye su significado a través de sus propias vivencias y emociones, porque así es la música, nos traslada.
Es muy fácil inducirte un coma nostálgico a través de una melodía. Siempre es sano tener una dosis de emociones a través de los acordes y voces que mejor se acomoden a nuestros momentos, capturar todo en un instante. De algún tiempo a esta parte es un puente entre la música, la literatura y México, ¿cómo lo hacen?
Todo empieza con su nombre, inspirado en una obra de José Emilio Pacheco. Si bien, dicho autor decía que “la nostalgia es un estado engañoso”, esta banda aprovechó su música para generar un estado de reflexión y contemplación con temas que van desde lo emocional hasta lo político.
“La nostalgia es un estado engañoso”.- J.E. Pacheco
El escritor que les dio nombre decía que había que avanzar, no quedarse añorando lo que un día fue, pero los músicos de esta agrupación reinterpretan la idea de nostalgia y la transforman en una herramienta. He ahí su conexión con México, un país que posee millones de caras: las de sus habitantes que, en comunidad, son parte de un pasado.
Creen fielmente que la música puede funcionar como herramienta de denuncia y emancipación cultural: “Tenemos muchas canciones con esa temática, creemos en la música como un medio fuerte para transmitir ideas, para hacer conciencia; nuestro fundamento es ese, hacer pensar a quien nos escucha en torno a lo que sucede a través del tiempo”.
Y es así que canciones como “Elipsis” y “Los Perros de Iztapalapa” plasman a la perfección dicho concepto. En la primera, con el saxofón, colaboró Adrián Terrazas, quien alguna vez formó parte de The Mars Volta. La componen improvisaciones de voces que en conjunto forman un discurso histórico de lo que ha acontecido en el país en las últimas décadas, fragmentos que recuerdan la injusticia y las muertes que suceden en México.
La segunda nos recuerda cómo algunos de los principales medios de comunicación arrojan cortinas de humo para ocultar información a su público; esa es una parte de lo que define a este proyecto, pero existe otra que está configurada por lo que cada uno de sus integrantes aporta. “No sé por qué nos gusta ser nostálgicos, nos fijamos mucho en la decadencia, tenemos muy pocas cosas que realmente suenan alegres.”
“Lo que tratamos de hacer es que [el escucha] tenga la libertad de crear la historia que quiera, entonces con los títulos o con las imágenes creamos un puente, buscamos plasmar una emoción en general y que cada quien pueda hacer una historia”.
Desde 2010, que inició el proyecto, han mantenido estos principios. De algún tiempo a esta parte nace de la necesidad de hacer una banda que se complementara con otras disciplinas. El tiempo la ha transformado y ha hecho que crezca en todos los sentidos, así como con la gente que ha formado parte de ella. Actualmente, la agrupación está conformada por César Pavón en la batería y percusiones, Ernesto Barreda en la guitarra, Miguel Leyva en la batería, Ricardo Gómez en el sintetizador, Iván Jiménez en guitarra y violín, y un nuevo integrante: Leonel Bonilla en el bajo.
Si deseas vivir la experiencia de verlos en vivo estás de suerte: el próximo 26 de julio a las 18:00 horas participarán en los Miércoles musicales de la Capilla del arte UDLAP, musicalizando 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick.
Souncloud y Spotify: De Algún Tiempo a Esta Parte
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